IMPULSO/ Luis Ayala Ramos
Ecatepec
La quema de unidades de transporte de pasajeros y agresiones a choferes que va en aumento en los últimos meses en el Estado de México, ya es un problema de seguridad nacional, y de complicarse podría traer repercusiones letales para la recaudación y el empleo, advirtió Francisco Cuevas Dovarganes director la Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM).
Consideró que esta situación es de mayor relevancia, pues ya ha dejado decenas de unidades incendiadas, y choferes asesinados, lo que demuestra que al menos una banda del crimen organizado está ocupando a la extorsión como su principal fuente de ingresos.
“Este delito, pega directamente a la inversión y por ende al empleo, ya que desincentiva la actividad empresarial de cualquier región”, puntualizó Cuevas.
“Los industriales del Estado de México nos solidarizamos con las empresas afectadas y hacemos un llamado al gobierno federal, estatal, alcaldías y municipios afectados a que no escatimen recursos humanos, económicos y tecnológicos para acabar con este problema”, precisó la Unión Industrial.
El líder industrial recordó que en Ciudad Juárez, Matamoros, Apatzingán, o muchas de las poblaciones del estado de Guerrero, en algunas épocas, han cerrado la mayoría de los negocios y se ha caído dramáticamente la actividad económica.
Adicionalmente, muchos de los problemas de migración que experimentan los países centroamericanos y los estados de sureste mexicano, se deben principalmente al delito de extorsión de bandas organizadas.
“El que el problema de extorsión se esté extendiendo en algunas zonas de la Ciudad de México y sus zonas conurbadas, es un problema de seguridad nacional, ya que aquí se concentra más de un tercio del producto interno bruto y ello se complique, tendría repercusiones letales para la recaudación y el empleo”, puntualizó el director de UNIDEM.