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Jerusalén
El gobierno israelí aprobó el domingo por la noche una serie de medidas destinadas a facilitar la vida de los palestinos y favorecer su economía, a petición del presidente estadunidense, Donald Trump, que llegará el domingo al Estado hebreo, indicó un responsable israelí.
La administración Trump, que pretende reactivar un proceso de paz moribundo entre israelíes y palestinos, reclama que ambas partes tomen medidas que ayuden a restaurar un clima de confianza que favorezca la reanudación de las negociaciones. Las decisiones “se tomaron a petición del presidente estadunidense Donald Trump, que llega a Israel mañana, en forma de medidas para instaurar la confianza”, afirmó el responsable israelí.
“El presidente saluda la decisión israelí”, reaccionó el consulado de Estados Unidos en Jerusalén, en un comunicado. “Alienta a las dos partes a adoptar medidas que creen un entorno más favorable a la paz”, añade. El presidente “expresó en especial su deseo de que se tomen medidas para favorecer la economía palestina en Cisjordania y en la Franja de Gaza”, agrega el consulado.
El gobierno israelí decidió prolongar gradualmente el horario de apertura del paso fronterizo de Allenby Bridge (o puente del rey Hussein), un punto de paso importante para los palestinos entre Cisjordania y Jordania, con el fin, a largo plazo, de que esté abierto 24 horas los siete días de la semana, señaló por la noche un responsable israelí que pidió el anonimato. Israel controla todos los accesos de Cisjordania, territorio palestino ocupado desde hace 50 años.
El gobierno israelí también aprobó la expansión de un punto de paso entre Cisjordania e Israel próximo a Tulkarem (norte de Cisjordania). Decenas de miles de palestinos trabajan en territorio israelí. El gobierno israelí también adoptó medidas sobre el uso de la tierra, afirmó el responsable.
No aportó más precisiones. Pero, según la prensa israelí, estas medidas versarían sobre un tema extremadamente sensible para el gobierno: la entrega de permisos a los palestinos para construir en una zona llamada “C”, es decir, la zona en la que Israel tiene un control militar y civil completo y que representa alrededor del 60 por ciento de Cisjordania.
La obtención de estos permisos en la zona C es prácticamente imposible para los palestinos hoy en día.
Dos ministros del gobierno israelí, Naftali Benett y Ayelet Shaked, se opusieron con vehemencia a esta medida, informó la prensa israelí. Benett y Shaked son ardientes defensores de las colonias, que se sitúan en la zona C.
Están en contra de la creación de un Estado palestino independiente y la concesión de permisos a los palestinos en la zona C les hace temer por el futuro de las colonias si el conflicto llega a solucionarse. Trump también ha solicitado medidas de confianza por parte de los palestinos.
Se ha mostrado muy receptivo ante el discurso del gobierno israelí, según el cual la Autoridad Palestina atiza la violencia antiisraelí y paga a los autores de atentados. Jornada.unam.mx