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Presidente Santos recibirá el Nobel de la Paz en Oslo

IMPULSO/ Edición Web
Bogotá
El presidente Juan Manuel Santos invitó a un grupo de víctimas de la guerra en Colombia a Oslo, Noruega, donde recibirá el próximo sábado el Premio Nobel de Paz, otorgado en octubre pasado, informó hoy la Casa de Nariño.

Santos, para la ceremonia del 10 de diciembre invitó a “representantes de quienes han estado en el centro del conflicto y, por supuesto, en el corazón de la solución. Entre ellas, Pastora Mira García, Leiner Palacios, Liliana Pechené, Fabiola Perdomo, Ingrid Betancourt, Clara Rojas y Héctor Abad Faciolince”.

Pastora Mira, es “madre y líder comunitaria oriunda de San Carlos (Antioquia), quien ha padecido “tanto la tragedia de la violencia y el conflicto armado, y que, a pesar de ello, se ha mantenido firme en su labor por ayudar a las víctimas, e inclusive a victimarios, en esta etapa cruel que ha sacudido a nuestra nación”.

“Pastora ha padecido, en carne propia, las últimas tres décadas de esta tragedia en Colombia que, por fin, toca su fin. El asesinato de su padre y sus seres queridos, sus hermanos y su esposo”.

Además la desaparición “de su hija, el hallazgo de su cadáver, el desplazamiento de su tierra, sus condiciones paupérrimas de supervivencia, el regreso a la tierra natal, su lucha por el prójimo, su activismo social, su capacidad infinita de perdón y reconciliación.

Pastora brindó “abrigo y primeros auxilios al victimario de uno de sus familiares), su entereza y capacidad micro-empresarial y política, hacen que se destaque dentro de los invitados al Nobel.

De hecho, ella es un ejemplo sobre cómo una tragedia puede convertirse en una nueva realidad llena de esperanza para su patria”.

Leyner Palacios, es sobreviviente de la masacre de Bojayá (Chocó), y quien se ha destacado como líder regional de las víctimas del conflicto en el Pacífico, “el perdón es una oportunidad para seguir viviendo”.

Leyner asistía a misa en la Iglesia San Pablo Apóstol de Bojayá, cuando se desató en 2002 un combate entre las FARC y las Autodefensas, que culminó con la explosión de un cilindro bomba que cayó en la iglesia y produjo la masacre, de más de 100 personas.

Leyner se salvó de milagro, refugiándose en la casa de las misioneras, contigua a la iglesia.

Desde entonces se convirtió en vocero de las víctimas de Bojayá, y viajó a La Habana durante el proceso de paz con las FARC, para hablar cara a cara con uno de los actores del conflicto.

“Si queremos cambiar este país, las víctimas tenemos que empezar los procesos de perdón ya”, afirmó Leyner.

Liliana Pechené, lideresa indígena de la comunidad del pueblo Misak de Wampia, resistente al conflicto armado en el municipio de Silvia, en el departamento del Cauca (sur-occidente).

Representante en el proceso de Reparación Colectiva de la comunidad frente a la Unidad para las víctimas.

“Nuestro mensaje desde el pueblo Misak es que le apostamos al proceso de construcción de paz, que creemos en la paz con cambios en los territorios”, dijo.

Y agrega que “desde las organizaciones de víctimas que han cargado por años con la guerra, debemos darlo todo por el proceso más difícil que ha tenido nuestro país, que es el proceso de paz”.

“La No Violencia es la ruta para tener una sociedad incluyente que vincule los derechos de todos, los derechos de los indígenas”, sostiene.

Fabiola Perdomo, es viuda de Juan Carlos Narváez, uno de los 11 diputados secuestrados por las FARC, el 11 de abril de 2002 y asesinados cinco años después. Es madre de Daniela, de 16 años, y ha ejercido como directora territorial de la Unidad de Víctimas en el departamento del Valle del Cauca.

Perdomo hizo parte de la delegación de víctimas que se reunió en La Habana, Cuba, con los miembros del secretariado de las FARC ‘Pablo Catatumbo’, ‘Iván Márquez’ y ‘Joaquín Gómez’, ocasión en la que estos jefes guerrilleros pidieron perdón y reconocieron que este hecho fue el “episodio más vergonzoso” cometido por esa guerrilla.

Confesó que lloró tanto esa vez como no lo hacía desde 2007, cuando se enteró de que su esposo había muerto en cautiverio. “El perdón no sólo libera al perdonado, sino también al que perdona”.

Para ella el Acuerdo de Paz con las FARC ha sido la noticia que su esposo Juan Carlos Narváez siempre esperó. “Él estaba seguro de que la paz algún día llegaría a este país, y hoy puedo decirle que puede estar tranquilo porque llegó la hora de la paz”.

Otra de las invitadas es Ingrid Betancourt, ex candidata presidencial, quien padeció el calvario del secuestro en las selvas colombianas por las FARC durante más de seis años desde febrero de 2002 hasta julio de 2008, cuando fue rescatada en la histórica Operación Jaque.

En esta operación, fueron rescatados otros 14 secuestrados: tres contratistas estadunidenses, siete militares y cuatro policías, siendo ministro de Defensa el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

El Acuerdo de Paz con las FARC es el “final de una pesadilla (…) perder esta oportunidad de reconciliación sería un crimen generacional”.

Clara Rojas, actual representante a la Cámara por el Partido Liberal, quien fue secuestrada junto a Betancourt, permaneció retenida por más de seis años en las profundidades de la manigua, donde vio nacer a su hijo Emmanuel.

La dirigente política, fue separada por más de seis meses y con quien sólo se reunió tras ser liberada por esa guerrilla en enero de 2008.

A pesar de todo, a pesar del sufrimiento, esta mujer no duda en afirmar hoy que “el perdón es clave para construir la paz en Colombia”.

El escritor Héctor Abad Faciolince, también está en la lista de los invitados, pues su padre Héctor Abad Gómez, uno de los gigantes defensores de los derechos humanos que ha tenido Colombia, fue asesinado en 1987 en la ciudad de Medellín.

“Estos amantes de la muerte lo que más odian es a un hombre que ame la vida”, escribió Abad Faciolince, al referirse al asesinato de su padre, como parte de otro capítulo tenebroso del conflicto violento que ha vivido Colombia.

El jefe de Estado, quien viaja este jueves a Oslo, ha reiterado en las últimas semanas que recibirrá el Premio Nobel de Paz “en nombre de los colombianos, pero sobre todo de las víctimas del conflicto”. Notimex/ Grupo Fórmula