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México
La Galería José María Velasco (GJMV) inaugurará este sábado El Triángulo de las Luciérnagas, exposición del fotógrafo potosino, Aarón Cadena Ovalle, que conformada por 73 piezas, aborda el uso ritual y lúdico de plantas psicoactivas, teniendo como centro discursivo el viaje, como acción de desplazarse, introspección o aquel provocado por ciertas sustancias, sin un afán estigmatizador, pero tampoco haciendo apología del mismo.
Testigo del uso del peyote en del desierto de Real de Catorce, en San Luis Potosí; de la ayahuasca, en Sao Paulo, Brasil, y de la mariguana en Uruguay, el artista de la lente brinda, a través de imágenes individuales, dípticos, trípticos y cuadrípticos, una perspectiva distinta y contemporánea, que invita a reflexionar y cambiar nuestra cosmovisión catastrófica, respecto al uso de algunas sustancias enteogénicas en ceremonias rituales y con un sentido místico.
Para el título de la exposición, que muestra desde rituales chamánicos y ceremonias religiosas, hasta conciertos y fiestas, su autor se inspiró en la imagen plástica de la luciérnaga, insecto que emite luz, pero que la mitad del tiempo está en la oscuridad. Tal como podría describirse a los usuarios de estas plantas, quienes en ocasiones se aíslan o presentan conductas violentas.
En proyecto, iniciado en 2009 y llevado a cabo casi en su totalidad gracias a las becas del programa Jóvenes Creadores y del programa de Residencias Artísticas en el Extranjero del Fonca, se presenta dividido en tres ejes, que corresponden a cada uno de los casos mencionados: Los otros peregrinos, La soga de los espíritus y Santa María.
Los otros peregrinos, es producto de un ensayo reflexivo sobre quienes llegan a Real de Catorce, desde distintas partes de México y el extranjero, en búsqueda de peyote, “ya sea como una búsqueda personal, intento de trascendencia o una conexión con el desierto o con la otredad”, explicó el joven artista, cuyas imágenes develan una reflexión construida a partir del intercambio y el diálogo que crea con el “Otro”, “mucho de los que somos es porque nos construimos a partir de los demás”, agregó.
En las imágenes que componen este primer núcleo, se manifiesta que en el desierto potosino el único ritual establecido es el de los indígenas wixaricas, quienes consumen la cactácea como parte de ritos milenarios. Desde un punto de vista neo ritualístico, quienes viajan a esas tierras en busca de la planta, la usan como un potenciador natural para abrir su mente.
En el caso de Brasil, “me interesó explorar algunas iglesias sincréticas, que tienen como sacramento la ayahuasca, concretamente la del Santo Daime y la União do Vegetal, así como algunos grupos neo chamánicos en las afueras de Sao Paulo”, explicó sobre el segundo eje, La Soga de los Espíritus, donde se presenta el desarrollo de los rituales de los grupos mencionados, en torno a la ayahuasca o “soga de los espíritus”, en quechua.
A pesar de que en el país latinoamericano, desde 2003 se reguló el uso de este psicoactivo para fines rituales, fue ahí donde Cadena se enfrentó a la parte más complicada para realizar su trabajo, ya que además de la barrera del idioma, quienes usan la sustancia para fines religiosos, conforman comunidades muy cerradas, para lo que fue orillado a formar parte de los rituales antes de tomar testimonio fotográfico de ellos.
Más allá de la cosmovisión de los pueblos originarios de Brasil, quienes definen a la ayahuasca como “la soga que permite que el espíritu salga del cuerpo sin que éste muera”, se encontró con un neo ritual, que constantemente se está transformando y reconstruyendo, ya que se trata de cultos que mezclan elementos de la tradiciones amazónica y africana, con la creencia católico cristiana, resultando en una estructura más formal en cuanto a sus elementos y rituales.
“En Uruguay hay un ritual posmoderno en el consumo para fines místicos y personales, y en una cuestión mística y recreativa”, describe el autor, quien decidió viajar de Brasil a ese país donde, para contrarrestar el narcotráfico, se decidió regular la producción, distribución, venta y consumo, de la marihuana.
Interesado por lo que llamó “la movida canábica”, realizó la serie fotográfica que presenta en la tercera parte de la muestra, Santa María, que aborda el fenómeno actual del cannabis para usos recreativos o medicinales.
Durante la conferencia de prensa, donde se dieron a conocer los pormenores de la muestra, el Director de la GJMV, Alfredo Matus Hernández, mencionó que parte de la vocación del recinto a su cargo es fomentar un acercamiento con artistas de diferentes estados de la República, para así atender desarrollos y producciones artísticas que ocurren fuera de la capital del país, ponderando a aristas jóvenes, rompiendo con la visión del blockbuster
De manera paralela, la galería exhibe como Pieza del mes, seis esculturas, arte objeto, del artista autodidacta Juan Rojo, quien con piezas de antiguas máquinas de escribir, ha construido desde como aviones, helicópteros, camiones y barcos, hasta animales y personajes que dan la apariencia de ser androides y autómatas.
El Triángulo de las Luciérnagas, se presentará del sábado 14 de julio hasta el 26 de agosto, los martes, jueves, viernes, sábados y domingos, de las 9:00 a las 18:00, y los miércoles de 9:00 a 20:00, en la Galería José María Velasco, ubicada en Peralvillo 55, en la colonia Morelos de la Ciudad de México. CONACULTA