Fue presentado en el centro cultural Toluca el libro Haciendas y ranchos, testimonios históricos del Valle de Toluca, editado por el Conalep y Tirant humanidades.
Se trata de una obra conmemorativa al bicentenario de la consumación de la independencia de México.
Los autores Octavio Chávez Gómez y Jesús Arzate Becerril, el primero abogado, historiador distinguido siempre por ser un hombre de a caballo, comprometido con el fomento de las tradiciones mexicanas
Por su parte Arzate Becerril un distinguido historiador y uno de los más reconocidos paleógrafos de toda la república.
La presentación estuvo a cargo del maestro Enrique Mendoza Velázquez, así como Marlon Martínez por parte del Colegio Nacional de Educación Profesional técnica.
Haciendas y ranchos, es un documento en el que se habla delos principales lugares en los que se daba la producción agrícola asentados en una parte del Valle de Toluca; en él se describen cumbres, alimentación, formas de vida.
Se da a conocer la ubicación qué en muchos casos ya solo es un recuerdo y en otros aún quedan vestigios de haciendas agrícolas, ganaderas, incluso pulqueras, que contribuyeron en su momento a hacer más sólida la economía de la región
Se describen también las labores camperas que con el tiempo se transformaron en tradiciones y auténticas festividades tales como el “Combate” qué marcaba el fin de la cosecha, el “Herradero” cuya finalidad era distinguir la propiedad del ganado, así como el “Capadero” labores que se hacían en prácticamente todas las haciendas y ranchos, como sucedía en Atenco, la Gavia, Santín, San Diego de los Padres, Jicaltepec, la Pila, Zacango entre otras.
A la presentación asistieron descendientes de hacendados y de hombres de a caballo a los que Jesús Arzate les expuso la muy sólida hipótesis de que el origen de la charrería se haya dado en lo que se conocía como la sabana grande que, es el territorio que va desde la regio de Lerma y Tianguistenco, hasta más delante de Ixtlahuaca en las márgenes del rio Lerma, donde se daba el pastoreo y la ganadería que terminó siendo muy abundante, actividades que necesariamente requerían del manejo del ganado desde el caballo mucho antes de que esto se hiciera en otros lugares.