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América Latina
Según un reciente estudio publicado en la revista médica The Lancet, el número de cesáreas casi se ha duplicado en 15 años, hasta alcanzar proporciones “alarmantes”.
La cifra subió de unos 16 millones de cesáreas en 2000 (un 12% del total de partos) hasta 29,7 millones en 2015 (21%).
Algunos médicos dicen que, en muchas ocasiones, el uso de esta práctica médica no se justifica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que cualquier índice superior al 15% es excesivo, explica el periodista de la BBC, Mal Siret.
El estudio se realizó con datos de 169 países de 2015, el año más reciente del que hay información disponible.
¿Qué dice el estudio?
La investigación constata que en más de la mitad de los países del mundo se recurre en exceso a la cesárea, cuyo objetivo en principio es resolver partos difíciles.
Los investigadores reportaron una tasa superior al 50% en República Dominicana, Brasil, Egipto y Turquía. De ellos, Brasil aplicó en 2015 una política para reducir el número de cesáreas.
El estudio también halló enormes disparidades en el recurso a esta técnica entre países más y menos desarrollados. En algunas circunstancias, en particular en África Subsahariana, la operación no está disponible en casos en los que verdaderamente se necesita.
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El uso en 2015 era 10 veces más frecuente en la región de América Latina y el Caribe, con un 44% de los partos resolviéndose por cesárea, que en las regiones del centro y el oeste de África, donde solo se practica en el 4% de los casos.
El estudio urge a los profesionales de la salud, las mujeres y sus familias a elegir la cesárea solo cuando se necesite por razones médicas, y recomienda que se dé más educación y formación para despejar algunas de las inquietudes en torno al parto.
¿Cuáles son los riesgos?
Una cesárea puede salvar la vida tanto de la madre como del bebé si, por ejemplo, el feto está en una posición complicada o si el parto no se desarrolla como debiera.
Jane Sandall, profesora de ciencias sociales y salud de la mujer en el King’s College de Londres, y participante en el estudio, le dice a la BBC que el riesgo para madres y bebés es a corto y largo plazo.
“En particular, las cesáreas tienen una recuperación más complicada para la madre y pueden conducir a fibrosis de la matriz”, señala.
Sandall dice que es importante apuntar que los riesgos son pequeños pero serios, y que aumentan cada vez que una mujer se somete a una cesárea.
“Hay cada vez más pruebas de que los bebés que nacen por cesárea tienen exposiciones hormonales, físicas, bacterianas y médicas diferentes durante el parto, lo que puede alterar sutilmente su salud.
“Si bien los peligros a largo plazo no están bien investigados todavía, los efectos a corto plazo incluyen cambios en el desarrollo inmunológico, que pueden aumentar el riesgo de alergias y asma y alterar las bacterias en los intestinos”.
Los expertos advierten que las cesáreas solo deben practicarse en los casos en que sea absolutamente necesario.
“Existe el riesgo que acompaña a toda operación”, indica Sandall, y añade que múltiples cesáreas pueden conducir a un mayor riesgo de mortalidad materna cuando se compara con partos naturales.
La semana pasada, la OMS publicó unas directrices en las que destacó la necesidad de reducir intervenciones innecesarias que “no se pueden justificar médicamente”.
“Es crucial que las mujeres que necesitan una cesárea sean capaces de acceder a esta intervención que les puede salvar la vida”, aconsejó la OMS, pero advirtió que es igualmente importante que se eviten operaciones innecesarias “para que las mujeres y sus bebés no corran peligro”. www.bbc.com