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Polonia quiere juzgar a ex comandante nazi de 98 años

IMPULSO/Edición Web
Minneapolis

Michael Karkoc, de 98 años, ha llevado una vida tranquila en Minneapolis durante décadas hasta que una investigación periodística reveló que este carpintero retirado fue en el pasado el responsable de la muerte de numerosas personas cuando era un comandante de Adolfo Hitler.

Karnoc puede estar detrás de la tortura y muerte de un gran número de personas, pero ahora se le acusa de haber ordenado en 1944 el asesinato de al menos 44 personas cuando dirigía una unidad ucraniana que colaboraba con el régimen nazi.

El Instituto de la Memoria Nacional (IPN) de Polonia quiere que este ciudadano estadounidense sea extraditado y juzgado por crímenes de guerra y lesa humanidad. Según informó a AFP, una fuente judicial, Polonia pedirá su extradición.

La justicia ha llamado a su puerta casi al final de su vida. La fiscalía polaca está segura al “100 por ciento” que este hombre de pelo canoso es un criminal de la Segunda Guerra Mundial. Su caso salió a la luz después de que hace cuatro años la Prensa Asociada revelara su pasado y Alemania tratara de juzgarlo. No fue posible debido a los documentos médicos presentados por la familia que determinaban que no era apto para enfrentar un proceso judicial.

El hijo de este supuesto nazi, Andriy, sostiene que las acusaciones son “malignas, falsas, intolerables y maliciosas”, según The Washington Post.

Las autoridades polacas no lo creen así
El 23 de julio de 1944, el comandante de una compañía de la Legión de Autodefensa Ucraniana, integrada por voluntarios que combatían junto a los SS (Schutzstaffel, Escuadrones de Protección nazis), ordenó una acción de represalia contra los pueblos polacos de Chlaniow y Wladyslawin, en la región de Lublin, precisando que había que matar a todos los habitantes. Ese comandante era Karkoc, según el IPN. La compañía mató en total a 44 civiles, entre ellos varias mujeres.

Después de este episodio, se cree que Karcok continuó dando servicio en las unidades de élite hitlerianas (las conocidas como SS) hasta que en 1949 llegó a solicitar su entrada en Estados Unidos, donde inició una nueva vida: tuvo seis hijos, se hizo estadounidense 10 años después y trabajó como carpintero, escondiendo su supuesto pasado de criminal.

El IPN inició el lunes el proceso para conseguir su extradición y solicitó una orden internacional de captura ante un tribunal de Lublin. Si consigue dicha orden, el siguiente paso será pedir la extradición al Ministerio de Justicia, que deberá pasarla al de Relaciones Exteriores.

“Entendemos que, dada la edad del sospechoso, el procedimiento no llegue a término (antes de su fallecimiento), pero eso no debe impedir llevarlo adelante”, explicó a AFP Jacek Nowakowski, responsable del IPN.

Si finalmente fuera declarado apto para un juicio y extraditado a Polonia, podría ser condenado a cadena perpetua.

Con información de Univisión