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Europa
El nombre… Aunque está radicado en Mendoza desde 1989, Leopoldo “Polo” Martí nació en Entre Ríos, donde adquirió el amor por el mate y dio sus primeros pasos en la música. Se formó en la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe).
Gran trayectoria… Fue un hecho importante en su carrera haber integrado el Grupo Maíz, con el que hizo giras por Argentina, Uruguay y varios países de Europa. También forma un dúo con su esposa Beti Plana, que es flautista.
Compuso… obras para instrumentos solistas, música de cámara, conciertos, obras sinfónicas y sinfónico-corales, entre las que destacan “Tres Cantos del Sur”, estrenada en el Salón Dorado del Teatro Colón, “Canto a Guayasamín” y “Cantata en Unión y Libertad”.
Compañeros… Tocó también con folcloristas del talle de Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, Juan Falú y otros. Hoy, a la par de los escenarios, es docente e investigador en la Universidad Nacional de Cuyo.
La foto
La materia
¿Qué es el “folclore imaginario”? Un campo musical capaz de renovarse a partir de diversas influencias, en permanente expansión pero sin perder su raíz. Éste es un término que usa Martí para explicar su trabajo.
Las vibraciones
Guitarras, guitarrones, guitarritas. Polo explora el sonido de cada tamaño y reconoce que, a medida que la caja es más pequeña, el sonido es más dulce, más aterciopelado. De todas maneras, de no haber sido guitarrista, se imagina igualmente “abrazando” otro instrumento: el chelo.
Amigo, hermano
Ramón Ayala es un caso único en la cultura popular: además de ser un famoso cantautor (“El cosechero”, “Mi pequeño amor”) es un prolífico pintor y un poeta de gran vuelo: hace dos años publicó “Las trincheras ardientes del Paraguay”, un extenso poema épico (género casi extinto) en donde relata en décimas la Guerra de la Triple Alianza.
Es amigo personal de Polo, e inspiración desde sus inicios. En su casa, además de canciones del Mensú, tiene su poesía y cuadros dedicados.
Las raíces
En el mueble de la derecha guarda los viejos vinilos. Aquí vemos uno de Ramón Ayala, de Aníbal Sampayo (poeta, cantante, guitarrista, arpista y compositor uruguayo) y uno de la ineludible Violeta Parra, para quien éste es un año de homenajes: son 100 años de su nacimiento y 50 de su trágica muerte.
El camino
Entre su discografía, además de versionar clásicos cuyanos y tangos junto a Plana, destacan las obras en las que fue arreglador: la Cantata “Artigas” de Sampayo (donde la voz narradora estuvo a cargo de China Zorrilla, inédito en CD) y el primer arreglo orquestal de la Misa Criolla de Ariel Ramírez, que sí quedó registrada (y sabemos que su sonoridad impactó al compositor).
Sus frutos
Sembró y cosechó, porque su último disco es “Frutos” (Ediciones Del Urú, 2015), una colección de 18 canciones donde recopila 25 años de trayectoria. En este pizarrón se ve, además del disco, cómo organizó sobre el escenario la formación instrumental de la presentación.
Autor desconocido
En una surreal noche parisina, cuando tocaba con el Grupo Maíz, alguien del público les hizo llegar un curioso regalo: era el retrato de cada uno de ellos, hecho por un artista del que nunca supieron el nombre. Todavía lo guarda.
La tejedora
“El telar ya se ha dormido, / cerró sus ojos de lana, / sabe que la tejedora, / nunca volvió de traer agua”, dice una de sus canciones más conocidas. Tiene aires de huayno, y fue la primera colaboración con Marcelino Azaguate. Al lado, Ramona duerme.
Daniel Arias Fuenzalida – [email protected] / losandes.com.ar
