IMPULSO/ Agencia SUN
Río de Janeiro
Sergio Gomes Moreira Filho, de 29 años y miembro de la Policía Militar de Río de Janeiro, confesó su participación en el asesinato del embajador griego en Brasil, pues fue el amante de Françoise de Souza Oliveira, la esposa del embajador Kyriakos Amiridis, quien fue hallado muerto y calcinado adentro de un auto.
Eduardo Moreira, primo de Gomes, también está en prisión preventiva, en calidad de cómplice, tras haber confesado que Françoise lo contrató y le ofreció “personalmente” el equivalente a unos 24 mil 400 dólares para efectuar el crimen, según dijo el delegado Evaristo Magalhães, de la Unidad de Homicídios de la Baixada Fluminense, quien definió el crimen como pasional. “Ella habría planeado junto al policía militar la organización del crimen”, afirmó.
La policía cree que el asesinato ocurrió en la habitación de la casa de la pareja, en Nova Iguaçu, donde quedaron rastros de sangre en un sofá. Según trascendió, el matrimonio se había peleado tres días antes de Navidad. No se reportaron denuncias de ruidos como disparos, lo que puede significar que el diplomático fue asesinado a puñaladas. Después, el cadáver habría sido depositado en el Ford Ka que el embajador alquiló y que el jueves fue hallado debajo de un puente.
Gomes Moreira es policía desde 2012 y trabaja en la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) de las favelas de Fallet y Fogueteiro, situadas en la zona centro-norte de la ciudad. Será sometido a un consejo disciplinar, que determinará si permanece en la fuerza.
El embajador, quien además fue cónsul general en Rotterdam y diplomático en Libia, tenía 59 años y vivía en Brasilia desde principios de 2016. Hasta el 9 de enero estaba de vacaciones en Río de Janeiro, donde también fue cónsul general (entre 2001 y 2004) y tenía una casa en la que vivían su mujer y la hija adolescente de ambos. Fue su propia esposa quien hizo la denuncia por la desaparición. Dijo que lo había visto por última vez el lunes, cuando él salió por la noche en el auto alquilado, que fue hallado el jueves con “un cadáver totalmente carbonizado”, según un informó un vocero policial. Las autoridades de Atenas confirmaron antes que las de Brasilia que era el coche del embajador.