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La Asamblea Nacional de la provincia francófona de Canadá aprobó la semana pasada por 66 votos contra 51 una propuesta de ley que afectaría mayoritariamente a las mujeres musulmanas, que no podrían recibir servicios públicos a menos que descubran su rostro.
Canadá es un país multicultural abierto a la migración. Hace sólo un año recibió a 40 mil refugiados sirios para dar respuesta inmediata a la crisis de refugiados en la región.
Sin embargo, en Quebec se ha criticado el uso del velo islámico, conocido como niqab, que cubre casi todo el rostro de las mujeres musulmanas, quienes lo defienden como parte de su religión.
La Carta de Derechos y Libertades de Canadá respeta la libertad de religiones, siempre y cuando su práctica no afecte los derechos humanos. Tanto en el Parlamento Federal como en las estaciones de policía es común ver a los hombres de la India que practican la religión sin portar su turbante.
De entrar en vigor la enmienda legislativa en julio próximo, afectaría a muchas mujeres que laboran en las oficinas públicas y que portan velo.
Tan pronto se supo de la votación en el cuerpo legislativo quebequense, se comenzaron a escuchar las voces de rechazo de las mujeres musulmanas; una de ellas denunció que su suegra, quien usa velo, no podría seguir atendiéndose su tratamiento en el hospital.
Para la profesora en leyes Natasha Bakht, de la Universidad de Ottawa, si a una mujer le es negado un servicio público eso sería suficiente razón para llevar el caso a la Suprema Corte de Canadá.
Desde ahora diversos grupos defensores de derechos humanos en Quebec se preparan para hacer caer el decreto 62 que fue aprobado la semana pasada y que prohíbe que una persona con el rostro cubierto provea o reciba un servicio público, que incluye también el transporte público.
Asociaciones como el Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses la Asociación Canadiense de Libertades Civiles y el Fondo para la Acción y Educación Legal de las Mujeres han expresado que estudiarán los detalles del decreto 62 para definir sus pasos a seguir.
El propio primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, expresó que “ningún gobierno debe indicar a las mujeres cómo deben vestirse”.
El gobernador de Quebec, Philippe Couillard, dijo que el “Bill 62” tiene que ver con la seguridad y para poder identificar más adecuadamente a las mujeres que requieren un servicio público.
Para Solange Lefebvre, profesor de la Universidad de Montreal, esta decisión tiene que ver con la influencia que tiene Francia en esta provincia francófona de Canadá. Francia prohibió en 2010 el uso de velos que cubran el rostro en espacios públicos. (Elsiglodetorreon)