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Ciudad de México
Las embajadas de Estados Unidos podrían comenzar a solicitar las contraseñas de las cuentas de redes sociales de los solicitantes de visa, dijo el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly.
El secretario señaló que la medida podría ser parte del esfuerzo por instaurar controles migratorios más estrictos, como el polémico veto migratorio del presidente Donald Trump que prohibe la entrada a EU a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y frena el programa de refugiados, y que al momento es revisado por una corte de apelaciones tras ser bloqueado por un juez federal.
Kelly dijo en una audiencia con el Comité de Seguridad Nacional del Congreso que se están buscando “algunas mejoras o alguna revisión adicional” a las ya existentes. La medida, señaló, afectaría en un inicio a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana (Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen), cuyos procedimientos de control para el trámite de visas aún son muy débiles.
“Es posible que deseemos entrar en sus redes sociales, con contraseñas. Es en verdad muy difícil vetar a personas de estos países, los siete países. Pero si entran, queremos saber qué sitios web visitan y que nos den sus contraseñas. Así podremos ver lo que hacen en Internet”, explicó Kelly.
Añadió que aquellos que se rehúsen a cooperar y dar sus contraseñas, tendrán prohibido entrar a EU. Aclaró que hasta ahora no se ha tomado una decisión oficial, pero un sistema de revisión más estricto “está en camino”.
“Estas son las cosas que estamos pensando. Pero allí (en las embajadas) podemos pedirles este tipo de información y si realmente quieren venir a Estados Unidos, entonces cooperarán. Si no, no entrarán, que dejen pasar al siguiente en la línea”, dijo Kelly, de acuerdo con información de agencias.
La medida busca reforzar los controles de seguridad existentes y eliminar aquellas personas que puedan representar una amenaza para el país, algo que Trump ha llamado una “verificación extrema”.
Durante la audiencia, el secretario de Seguridad de EU asumió la responsabilidad por el caos que ha provocado dentro y fuera de EU el veto migratorio proclamado por el presidente Trump y admitió que debió retrasarlo “un poco”, para “poder hablar con miembros del Congreso”.