IMPULSO/ Miguel A. García
Toluca
Debilitar al adversario, ganar adeptos y simpatías entre el electorado, pero sin privilegiar la comparación de proyectos y propuestas fue la estrategia que siguieron los seis candidatos durante el segundo debate por el gobierno estatal, así lo reprochó el politólogo de la Universidad Autónoma del Estado de México, Eduardo Rodríguez Manzanares.
A decir del especialista, se notó un ligero avance con relación al primer debate para escuchar un poco más de ideas, aunque siguieron en la confrontación de ataques y señalamientos.
En este sentido, reprochó que se mencionaron mucho los qué, pero fueron muy pocos los contenidos de cómo atender los problemas o rezagos, ya sea económico o de desarrollo sustentable, evidenciando que los candidatos tienen sólo muy buenas intenciones; sin embargo, no quedó claro el cómo lo harán, con qué recursos o si es a largo plazo.
Llamó la atención, dijo, el rubro educativo de nivel medio superior y superior, donde prometen ampliar la oferta educativa, pero sin ser claros de la realidad presupuestaria del país y cómo el monto para las escuelas públicas ha disminuido.
“Los candidatos deben ser muy mesurados y prudentes para no dar cifras alegres cuando en realidad sabemos las actuales condiciones por las que pasa nuestro país y el Estado de México, por lo que no será tan sencillo echar a andar proyectos que son muy atractivos, no será tan fácil edificar 50 sedes de la Universidad”, lamentó.
Indicó que, a la fecha, los candidatos no presentan objetivos reales en cuanto a la factibilidad de sus proyectos, por lo que deben evitar prometer para no caer en propuestas demagógicas, sobre todo, que deben dejar de atacarse, pues eso no gusta a los electores mexiquense.
