IMPULSO/ Alejandro Hope
Chihuahua: regresó la guerra
En Ciudad Juárez, se acumulan más de 500 homicidios en lo que va del año y la sangría no para: en 20 días, se registraron 60 asesinatos en esa ciudad fronteriza, la noticia parece sacada de algún periódico de 2010, pero es de hace tres días.
Cuatro pistoleros armados con rifles de asalto entraron a un centro de rehabilitación en la ciudad de Chihuahua, sin decir nada, asesinaron a tiros a 18 personas y dejaron heridas a cinco más. ¿Quiénes eran los agresores?, según Carlos Huerta, vocero de la Fiscalía del Estado, unos integrantes de los Aztecas (o Barrio Azteca), una pandilla binacional surgida en prisiones estadounidenses y que alcanzó una tétrica notoriedad con la masacre de Villas de Salvarcar en enero de 2010. ¿Los motivos de la masacre?, no se saben con precisión.
El vocero de la Fiscalía recurrió al viejo expediente de la rivalidad delincuencial y aseguró que algunas de las víctimas eran miembros de una banda rival, los Mexicles. ¿Lo eran?, lo ignoro, no es el único incidente grave de estas semanas en Chihuahua.
El 25 de septiembre, en un bar de la capital del estado, unos hombres armados entraron a tiros al establecimiento y mataron a cinco personas, además de herir a tres más. El 22, tres personas fueron asesinadas por unos pistoleros que les dispararon desde un vehículo en movimiento.
Tres días antes, ocho personas fueron asesinadas en distintos incidentes de la ciudad de Chihuahua. De hecho, esto ya califica como oleada. Y no sólo en la capital.
Y las zonas serranas no se libran del fenómeno: el primero de septiembre se registró una amplia balacera en el municipio de Madera, entre unos presuntos sicarios y elementos del Ejército y de la policía estatal.
Dos semanas después, un grupo armado atacó a tiros la comandancia de la Comisión Estatal de Seguridad, en el Municipio de Urique. ¿Qué hay detrás de esta escalada de violencia? No lo sé con precisión.
Las autoridades estatales han hablado desde hace meses del resurgimiento de La Línea, el brazo armado del Cártel de Juárez. En la lista de objetivos prioritarios del gobierno de Chihuahua se cuentan cuatro presuntos integrantes de La Línea.
El más importante sería Arturo Quintana Quintana, alias El Ochenta, el presunto autor intelectual del asesinato de la periodista Miroslava Breach hace unos meses y el supuesto origen de amenazas de muerte en contra del gobernador Javier Corral.