IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Quien no conozca la historia de los hermanos Lucía y Joaquín Galán, integrantes de Pimpinela, pensaría que se trata de una pareja peleando y que cada canción, de amor o desamor, es del uno para el otro.
“Dame otra oportunidad”, dice él. “Ya no más”, contesta enérgica ella. Así como en la década de los 80 cuando llevaban ese juego de “pareja”, durante toda la velada que ofrecieron la noche de este domingo en el Teatro Metropólitan los músicos lo hicieron con canciones como “Vivir”, “Flor” y “Cómo le digo”.
En medio del escenario, con un “cielo” estrellado de fondo, los cantantes compartieron con su público los temas que marcaron su carrera. “(queremos) Encontrarnos con estas historias que forman parte de la familia, de la nuestra y de la gran familia de México. Un aplauso para la familia mexicana”, comentó Joaquín.
La atmósfera planteada solo se rompería por algunos momentos cuando en la pantalla de fondo se proyectó la historia de su familia para dar paso al tema “Hermanos”. Las imágenes de Pimpinela de niños provocaron las exclamaciones del público al ver cómo habían crecido y su gusto por la música los había llevado a emprender su carrera artística.
De vuelta en la misma línea el público no tardó en escoger un bando en la disputa. Coreando al unísono se sumaron a la voz de Lucía para temas como “Estúpido”, “A esa” y “Valiente”. Las estrofas atacaban a Joaquín quien no podía hacer más que recibirlas y cantar lo propio.
Ya entrados en calor el dúo aprovechó para recordar a los intérpretes Dyango, con quien grabaron el tema “Por ese hombre”, y José José que los acompañó en “Entre la espada y la pared”. Ambos artistas estuvieron presentes en las imágenes que se proyectaban de fondo. “Esperamos verlo pronto recuperado”, comentó Joaquín. “Un honor cantar con José José”, dijo.
Después del tema “Primero yo” y de que Lucía, con vestido blanco, quedara derrumbada en el piso, el público se puso de pie para ovacionarla y darle flores. El escenario también dio paso a la fiesta con el tema “Buena onda” para después llevar al Metropólitan a corear con celular en mano “El amor no se puede olvidar”.
“Estamos profundamente agradecidos de este recibimiento maravilloso, casi 39 años después”, comentó el grupo.
La noche estaba por terminar pero aún faltaba un último bloque.
Luego de presentar a sus hijos e instalar una mesa larga, Pimpinela interpretó el tema “Familia”. Con las manos ondeando cantaron junto al público “quiero brindar por mi gente sencilla, de corazón brindo por la familia”.
La noche terminó con temas como “Hay amores que matan”, “Una estúpida más” y “Cuánto te quiero”.