IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Los muros del Teatro Julio Prieto, en la Ciudad de México, albergan un sinfín de historias que podrían encapsular la imaginación de filas de espectadores.
Este recinto destaca por su bravía al cobijar a una expresión cultural cuya tendencia en afluencia es baja en México: las artes histriónicas. Esta vez, sus tablas se engalanan con “Los últimos 5 años”, propuesta que a través de la música enaltece al amor como un tópico imprescindible en la vida.
Sus protagonistas, la actriz Aitza Terán y el actor Rodrigo Jiménez, lanzaron una invitación a proteger, difundir y concurrir con mayor frecuencia al teatro musical.
Esta es una historia romántica abordada desde dos líneas del tiempo distintas. Cathy (Aitza Terán) y Jamie (Rodrigo Giménez) cuentan a su manera la versión de su propia relación amorosa, ella, mirando tiempo atrás y él, nos lleva a un viaje hacia adelante, convergiendo en un punto medular del relato.
En entrevista, Aitza manifestó sentirse feliz por ser parte de esta producción después de conocer el teatro musical gracias a su papel de Nala en El rey león.
“Aquí, en la capital, es donde hay más oportunidad de actuar. De lunes a domingo se encienden las marquesinas. El teatro nos hace reflexionar como espectador, es una experiencia única en cada función. Tal vez, su complejidad radica en que nos enfrenta con nosotros mismos, nos conduce a reflejarnos en muchos de los personajes. Es posible que haga que el público se sienta intimidado o atacado por lo que de repente llega a ver en el escenario, por la manera en que logra tocar emociones. Me encantaría que más gente llenara los recintos y que se diera la oportunidad de conocer y amar al teatro musical”, dijo.
Por su parte, Rodrigo aseveró que este tipo de proyectos funcionan como un espejo en donde los asistentes pueden identificarse con las temáticas porque habla de los vínculos entre seres humanos, más allá de si creen o no en el amor.
Además, señaló que “Los últimos cinco años”, está ajustada para que se sienta como algo propio, un guión escrito y pensado en conectar con la audiencia mexicana y no con una narración ajena a nuestra cultura.
“Es teatro 100 por ciento mexicano, hay que protegerlo y promoverlo. Invito a la gente a que se permita vivir el amor a través de una historia que también nos conduce a pensar sobre las decisiones que tomamos en el camino a cumplir nuestros sueños”.
Los diálogos son cantados, por lo cual la parte vocal es sumamente cuidada en los dos actores. Ellos se preparan arduamente para dar lo mejor en el espectáculo que dura más de una hora.
“Al igual que lo que representa la irrupción de Cathy en la vida de Jaime, ver musicales es una inyección de disparates, frescura y luz”, finalizó el actor Rodrigo Giménez.
La puesta en escena está inspirada en la idea original de Robert Brown y la adaptación fue realizada para nuestro país por el director José Sampedro. Se encontrará en cartelera hasta finales de este mes.
