IMPULSO/David Esquivel
Morena infiltrado por oportunistas
PRD incorporó a su planilla municipal de Ecatepec a dos jóvenes: Carlos Checa y Abimael Cruz.
Muchos militantes de Morena son candorosos y de este candor se están aprovechando políticos vivales para explotarlos y usarlos a su conveniencia para sus propios intereses personales, desplazándolos de lo que por justicia le corresponde a los fundadores de Morena, y no me refiero a todos, ni tampoco estoy defendiendo a los “puros”, sino a aquéllos que por su militancia ideológica y clase social no encajan de plano en la supuesta izquierda morenista, supuesta porque, como se ha conformado, diría un comentarista de esos versados que hacen opinión, Morena es una melcocha, yo, dándomela de más puro en el vocabulario, diría que es un galimatías de entes diversos infiltrados con un mismo fin: conseguir el poder para seguir medrando como lo hicieron en el pasado, por ejemplo, Ruth Olvera Nieto y Patricia Durán.
Otros se colocan a sí mismos o ponen a familiares en las candidaturas sin ningún mérito más que, según ellos, por la gente que mueven o el dinero que aportarán la campaña, en el fondo, están cebados por el poder y son ambiciosos.
Mientras, los candorosos jóvenes militantes de Morena replican que no están por cargos en el partido, sino por cambiar al país, que lo importante es que gane Andrés Manuel y sacar al PRI del Gobierno; pero no sólo son jóvenes, también hay personas maduras o ya entradas en años que legítimamente podrían aspirar a un cargo de elección popular, aunque repiten que “no están en el partido por cargos”, sino por lo ya dicho arriba y sobre esta inocencia se montan los vivales para jinetearles su trabajo y, de paso, cerrarles el acceso hacia cargos de elección popular, no ellos, sino sus familiares.
Se supone que Morena es “la regeneración nacional”, pero ¿será posible eso en Ecatepec reciclando a exmilitantes del PRD que no cupieron en las candidaturas del Sol Azteca local?
Entre estos jóvenes de los que hablo se encuentra quien hizo y hace las veces de maestro de ceremonia en los mítines de la maestra Delfina Gómez Álvarez y de Higinio Martínez Miranda, se llama Ángel. La enjundia, el convencimiento, el calor y el color que le pone a su participación es tal que, si este joven pudiera, seguro se crucificaba por la causa, joven que seguramente tiene nuevas ideas y quizás algún día le permitan ser líder político para que aporte nuevas ideas renovadoras de México.
Allá por los rumbos de Cuautitlán Izcalli, también hay otro de nombre Omar, quien es todo trabajo y sencillez, hace las veces de secretario particular de Ricardo Núñez, quien no debería sentirse tan seguro de ser el próximo alcalde de dicho municipio porque se lo puede comer vivo el seguro candidato de Por México al Frente (PMF), Raymundo Corroviñas, el cual tiene todo para ganar: presencia, porte y discurso. Ricardo Núñez dice que no necesita dineros para ganar, es decir que él está montado en el efecto Obrador y de allí no se quiere bajar, el tiempo dirá su tuvo la razón. En Ecatepec hay otro joven más, se llama Rafael, “¿de qué quedaste?” -le pregunté-, “no estoy por cargos”, me contestó. Creo que casi se ofendió por semejante e irreverente pregunta.
También en Ecatepec hay una señora de nombre Tere, la doña parece hormiga o abeja, no porque esté menudita, sino por trabajadora, ella va de suplente en el Distrito X Federal, donde la candidata es Alma Delia Navarrete Rivera. La señora Tere dice que no sabe para qué sirve una suplente, pero vuelve a lo dicho: “lo importante es que llegue Andrés Manuel” y así por el estilo, cientos, miles y, yo creo, que hasta millones de jóvenes ven pasar sus oportunidades políticas en aras de que gane “Andrés Manuel”, esto mientras otros se aprovechan para enquistar en puestos de elección popular a sus familiares.
Esos jóvenes son garbanzos de a libra, uno pensaría que sus líderes están ciegos para no ver que éstos son la verdadera generación de la regeneración nacional, por lo menos no están cebados por el poder –aún- y bien podrían aportar nuevas ideas, trabajo y la honestidad que tanto enarbola Andrés Manuel.
Mejor me callo porque cuando me pico, me pico, y mi abuelita tenía un dicho que decía así: “machete, tate en tu vaina” o “bien se está San Pedro en Roma, aunque no coma”; según ella, esos dichos quieren decir: “no te metas en lo que no te importa”, esto lo decía cuando los chiquillos se entremetían en conversaciones de adultos, pero yo no me aguanto las ganas de salirme de mi vaina o dejar Roma al ver tanta injusticia injusta, aunque contravenga los refranes de mi buena abuela.
A propósito de jóvenes, el PRD dio oportunidad a dos que van de candidatos en la planilla municipal para regidor, Juan Carlos Valenzuela Checa y José Abimael Cruz Torres, los dos traen las pilas puestas y cargadas de ganas, pero, como decía mi abuelita, “una cosa es verla llegar y otra tenerla cerca”. El tal Checa no es joven, joven que digamos, pero todavía se cuece al primer hervor y Abimael, pues, como que todavía no tiene novia.