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Vaticano
El papa Francisco recordó hoy, que “también hoy la Iglesia, para dar testimonio de la luz y la verdad, experimenta en varios lugares duras persecuciones, hasta la suprema prueba del martirio”.
“Cuántos hermanos y hermanas en la fe -agregó- sufren violencias y son odiados a causa de Jesús. Les digo una cosa, los mártires de hoy son más respecto de los de los primeros siglos”.
“Cuando leemos la historia de los primeros siglos, leemos tanta crueldad con los cristianos, yo digo, la misma crueldad existe hoy y en número mayor, no lo olvidemos”, subrayó. “Hoy queremos pensar en ellos y estar cerca de ellos, con nuestro afecto, nuestra oración y también nuestro llanto”, afirmó Francisco en el día de San Esteban.
“Ayer, día de Navidad, los cristianos perseguidos en Irak lo celebraron en su catedral destruida, es un ejemplo de fidelidad al Evangelio”, destacó el Pontífice.
“Pese a las pruebas y los peligros -prosiguió Jorge Bergoglio- ellos testimonian con coraje su pertenencia a Cristo y viven el Evangelio comprometiéndose en favor de los últimos, de los más descuidados, haciendo del bien a todos sin distinción; testimonian la caridad en la verdad”.
Al “hacer espacio dentro de nuestro corazón al hijo de Dios que se dona a nosotros en la Navidad -exhortó- renovamos la alegra y valiente voluntad de seguirlo fielmente como única guía, perseverando en vivir según la mentalidad evangélica y rechazando la mentalidad de los dominadores de este mundo”.
“En estas semanas -dijo el Papa tras el Angelus- recibí muchos mensajes de saludos de todo el mundo (por su 80 cumpleaños el 17 de diciembre, NDR). No pudiendo responder a cada uno, expreso hoy a todos mi agradecimiento, especialmente por el don de la oración. Gracias de corazón. El Señor los recompense por su generosidad”.
Mensaje por accidente del avión ruso
En el día de San Esteban, Bergoglio también saludó a todos los que se llaman Esteban o Estefanía y expresó su pesar por “la triste noticia del avión ruso precipitado en el mar Negro. El Señor conforte al pueblo ruso y a los familiares de los pasajeros y de la tripulación, y del excelente coro de la Armada Roja, y la Virgen María sostenga las obras de socorro actualmente en curso”.
En “2004 -recordó Francisco- el coro se exhibió en el Vaticano por el vigésimo sexto año de pontificado de Juan Pablo II, oremos por ellos”. (Sipse)
