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Tokio
El secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, reafirmó el viernes a Corea del Sur y Japón el compromiso total de Washington en temas de seguridad frente a la amenaza nuclear norcoreana.
Un ataque nuclear de Corea del Norte comportaría una respuesta “eficaz y aplastante”, advirtió Mattis en Seúl, en la primera gira al extranjero de un alto responsable estadounidense desde la toma de posesión de Donald Trump.
A su llegada a Japón, y desde el inicio de la reunión con el primer ministro Shinzo Abe, Mattis quiso dejar claro el apoyo de Estados Unidos a Tokio.
“Estamos firmemente, 100 por ciento, hombro con hombro, con usted y con el pueblo japonés”, dijo a Abe, reafirmando la vigencia del artículo 5 del tratado mutuo de defensa que compromete a Tokio y Washington a rechazar todo ataque en territorio japonés o bajo administración japonesa.
Donald Trump había sugerido la retirada de los soldados estadounidenses del sur de la península coreana y del archipiélago japonés, si los dos países no aumentaban de forma significativa su contribución financiera.
En Tokio, el jefe del Pentágono también se reunirá con el ministro japonés de Defensa, Tomomi Inada.
El primer ministro Abe viajará la semana que viene a Washington para entrevistarse con Trump
Poco antes, en Seúl, Mattis, que en 1972 viajó por primera vez a Corea de Sur como coronel del ejército, adoptó una posición mucho más acorde con la diplomacia estadounidense.
Pyongyang sigue mostrándose como una amenaza, en sus discursos y sus actos, recordó el secretario de Defensa.
“Cualquier ataque contra Estados Unidos o contra nuestros aliados será derrotado y cualquier uso de armas nucleares comportará una respuesta que será efectiva y aplastante”, dijo el secretario de Defensa antes de entrevistarse con su homólogo surcoreano, Han Min-Koo.
Mattis visitó Seúl para “subrayar el compromiso prioritario de Estados Unidos en nuestra alianza bilateral” y dejar claro el “completo compromiso” de la administración de defender la democracia de Corea del Sur, afirmó.
Corea del Norte llevó a cabo dos ensayos nucleares y una serie de lanzamientos de misiles el pasado año, preocupando a los países de la región.
Escudo antimisiles estadounidense
Los expertos estiman que el régimen de Pyongyang ha hecho grandes progresos para conseguir su objetivo, alcanzar el continente americano con misiles.
El dirigente norcoreano Kim Jong-Un se jactó a principios de enero de que su país se encuentra en las “etapas finales” antes de probar un misil balístico intercontinental (ICBM).
En uno de sus tuits, Trump respondió: “¡Eso no ocurrirá!”.
Antes de irse de Seúl, Mattis depositó una corona de flores en la tumba del soldado desconocido, donde estuvo con varios cientos de veteranos de la Guerra de Corea (1950-1953) que llevaban banderas de Estados Unidos y fotos de Trump.
Hay unos 47 mil soldados estadounidenses en el archipiélago nipón y 28 mil 500 en Corea del Sur.
El jueves, Mattis y el primer ministro surcoreano, Hwang Kyo-Ahn, acordaron trabajar en el despliegue de un sistema antimisiles estadounidense THAAD, al que China se opone vehementemente.
Seúl aceptó la instalación de este sistema en febrero de 2016, tras el anuncio de Pyongyang de un disparo de cohete, pero todavía no ha decidido el lugar exacto de su ubicación.
China, que estima que el THAAD afectará a su propia seguridad y aumenta el riesgo de conflicto en la región, decretó una serie de medidas consideradas por Corea del Sur como sanciones. Fuente: Diariomx