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IMPULSO/ Emiliano Carrillo Carrasco

El hábitat y el agua en Texcoco 2018-2021

El ejercicio del poder en sociedades democráticas no debería tener otro referente que no fuera el de la aplicación irrestricta de la ley. En ellas caben las diferencias, pero se evita en lo posible el cinismo como forma de relación política y menos como comunicación gubernamental. Optar por el cinismo significa entonces que el gobernante puede hacer lo que se le antoja en medio del escándalo y cuestionamientos fundados.

El agua en Texcoco, la tierra es la vida y sin tierra no hay vida para nuestros pueblos, mientras están preocupados por quien nos gobernará y qué utilidad obtendrán ante políticas sin rumbo y sensibilidad ante la realidad de Texcoco, la explosión demográfica, escases de agua, la contaminación de nuestros ríos Chapingo, Papalotla, etc.

Nuestro desequilibrio ecológico y social no ha dejado ver la explosiva situación de nuestra tierra del Valle de México. Los proyectos que se han gastado millones a nombre del erario público a la basura como el proyecto ecológico Lago Texcoco, ciudad futura y el aeropuerto.

Los mantos acuíferos, a mediano plazo, en las obras de impacto ecológico del aeropuerto y la contaminación del agua del lago de Texcoco, así como las aguas salinas y dulces que se están contaminando a causa de la contaminación y los desechos de basura que por décadas fueron depositados en la zona del lago de Texcoco. El suelo del área de Texcoco es conocido por su alta salinidad y su consistencia gelatinosa. Se trata de un suelo inestable, poco apto para construir una infraestructura tan pesada como un aeropuerto. El Lago de Texcoco, desecado por el desarrollo urbano, es una zona federal en la que desde los años 70 se han llevado a cabo diversos trabajos de preservación y restauración ecológica e hídrica necesarios para la ciudad y para los habitantes de esa región del Valle de México.

En la zona se ubica un importante vaso regulador que evita inundaciones. Alterar su función “podría causar un caos hídrico para la ciudad”. También en esa área habitan diversas especies de fauna y flora que podrían ser dañadas si no se contemplan las medidas ambientales adecuadas, como se menciona en el “Programa de conservación y manejo para las aves playeras en el lago de Texcoco”.

El Municipio de Texcoco tiene serios problemas por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, las fuentes de agua de los manantiales de las comunidades de Santa Catarina del Monte, San Jerónimo Amanalco, San Pablo Ixayoc, así como los escurrimientos para las poblaciones de Texcoco como Santa Inés, San Juán Tezontla, La Purificacion, La Resurrección, San Miquel Tlaixpan, que dan una diversidad de productos agrícolas al Valle de México.

Municipios conurbados del Distrito Local XXIII, Tezoyuca, Tepetlaxtoc, Chiconcuac, Papalotla, Atenco, Tezoyuca y, como cabecera municipal, Texcoco (con una población global de mas de 500 mil habitantes) ya están resintiendo los estragos de la enorme urbanización de sus tierras (Municipio de Netzahualcóyotl, Chalco y Amecameca).

“Su sedimento lacustre es conocido como jaboncillo porque, cuando se aplasta, se siente como un jabón. Es una gran gelatinota, compuesta por una sílice amorfa que retiene agua en 100 veces su peso, como un hidrogel. Cuando se seca, se contrae y no se vuelve a expandir. Esto ocasiona hundimientos, que se pueden ver en la autopista México-Texcoco, que es sinuosa. Si las cosas se hacen bien, alejando pistas del lago y no tocando cuerpos de agua, sino incrementándolos, el proyecto no sólo no sería malo, sino que sería extremadamente importante ambientalmente hablando”, explica Carlos Ortiz, doctor en Ciencias y especialista en el Lago de Texcoco.

El cuerpo de agua del ex Lago de Texcoco y los humedales que lo rodean contribuyen a modular la temperatura del Valle de México, es decir, es un regulador climático, ya que, al evaporarse el agua, “la humedad que genera en la atmósfera sirve para la reflexión de la radiación emitida desde la superficie de la tierra o efecto invernadero”, señala el Plan de Consolidación del Rescate Hidro-ecológico de la Zona Federal del Ex Lago de Texcoco, en el que participaron la Universidad de Chapingo, la Gerencia Regional de Aguas del Valle de México y el Sistema Cutzamala de CONAGUA.

La erosión de nuestra tierra va causar sequia y, por lógica, no se podrá cultivar más, pero sí habrán grandes centros habitacionales como San Vicente Chicoloapan, que gobiernos del PRD-GAP autorizaron en 1996-20009 a las empresas Geo, SIGLO XX1, etc.

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