Una parvada de 35 pelícanos llegó aproximadamente hace dos semanas a la laguna de Palmillas, delegación de San Pablo Autopan. Situación extraordinaria, algo nunca visto, por lo que se pide a la población no cazarlos, espantarlos ni arrojarles piedras. Es de recordar que en este vaso desembocan aguas negras por lo que el nivel de contaminación es alto, no obstante grupos ambientalistas, meses atrás, llevaron a cabo jornadas de limpieza en un intento por recuperarlo.
Fotos y texto: Pepe González