IMPULSO/Agencia Sun
Ciudad México
En ciudades antiguas, con un rico y vibrante legado patrimonial, la modernidad se sobrepone cada vez más ante el pasado histórico. Por ello, la labor del cronista debe ir más allá de la difusión, también tiene que fomentar la preservación de esos sitios y espacios patrimoniales y los usos y costumbres de las comunidades, sostiene la cronista María de Jesús Real García Figueroa.
“Es muy importante que los jóvenes entiendan que el patrimonio nos crea identidad y que sepan dónde están parados”, comenta la cronista de la delegación Benito Juárez y coordinadora del libro Patrimonio cultural en riesgo, que reúne la memoria del Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades mexicanas 2016.
El volumen, que se presentó el sábado en el Museo de la Revolución, contiene las ponencias y reflexiones que cronistas de diversas ciudades de la República compartieron durante ese encuentro realizado el año pasado en esta ciudad. Tradiciones o espacios desaparecidos; sitios o costumbres en riesgo; experiencias en torno a la defensa de tradiciones o costumbres en Sonora, Chiapas, Morelos, Zacatecas o Yucatán son algunos de los temas que se pueden encontrar en este libro.
El volumen es publicado por la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas (ANNACIM), que cuenta ya con 40 años de vida, y que congrega a más de 200 cronistas y divulgadores de la historia o riqueza patrimonial de sus comunidades. “El libro incluye artículos sobre la ciudad de México y del resto del país; habla de todo tipo de patrimonio, tangible, intangible, gastronomía, usos y costumbres, todo lo que hay que preservar y seguir conservando”, explica.
DATO
El volumen es publicado por la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas (ANNACIM), que cuenta ya con 40 años de vida y congrega a más de 200 cronistas y divulgadores de la historia o riqueza patrimonial de sus comunidades.
