IMPULSO/Redacción
Toluca
La medallista de bronce en los Juegos Paralímpicos Río 2016, Patricia Valle, acudió a las instalaciones del Centro Paralímpico Mexicano (CEPAMEX), perteneciente a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), para realizar pruebas médicas en el arranque formal de sus entrenamientos con miras al Mundial de Natación IPC 2017.
“Empiezo el año feliz, terminé emocionada el 2016, ahora, comienzo con muchas expectativas, con la certeza de que vienen cosas buenas y mi meta principal es subir al podio en el Mundial que se realizará por primera vez en mi país y ante mi gente”, compartió la sirena, quien se prepara para competir en las pruebas de 50 metros estilo libre, 150 combinado y 50 pecho.
La nadadora, quien cumplió en Río su sexta cita en Juegos Paralímpicos con medalla en todas sus participaciones, destacó que el nivel que se vivirá en la justa mundialista programada para el mes de septiembre es similar al que se apreció en Río 2016, “así que vamos a prepararnos muy bien, para darles batalla, nuestro objetivo es colocarnos en un mejor lugar y para eso trabajaremos con todo”, declaró.
Reconoció asimismo que el 2016 fue un año de retos en su carrera deportiva, ya que, antes de llegar a la cita paralímpica, se sometió a operaciones y dudó si estaría en buenas condiciones para subir al podio.
Por otra parte, la experimentada atleta agradeció los apoyos con los que ahora cuentan los atletas paralímpicos. “A diferencia de mis inicios, en Atlanta 96, donde no había becas, no había servicios, dónde comer, no había apoyo de ningún tipo y tu triunfo era meramente por tu esfuerzo personal, ahora, tenemos excelentes instalaciones, una alberca calientita, yo nadaba en una alberca helada a las 4 ó 5 de la mañana porque era el único horario que nos permitían, todas esas cosas han cambiado y quiero disfrutar al máximo que hoy tenemos estas condiciones”.
Por último, señaló que acudirá continuamente a las instalaciones del CEPAMEX para realizar chequeos con el entrenador Fernando Gutiérrez Vélez, así como exámenes médicos, de laboratorio y un monitoreo constante con la nutrióloga, entre otros aspectos.
