IMPULSO/ Edición Web
Estados Unidos
¿Funcionan bien los espermatozoides en el espacio? Nadie lo sabe y por eso, aunque suene extraño, a la Estación Espacial Internacional llegó una preciada carga de esperma de toros y… humanos.
Se trata del proyecto Micro 11, una cápsula con esperma congelado, pues la Nasa quiere saber cómo funcionan ante la falta de gravedad. Se desea saber su capacidad para moverse y fecundar un óvulo… pues algo sugiere que podría haber inconvenientes.
“Experimentos previos con espermatozoides de toro y erizo sugieren que la activación del movimiento ocurre más rápido en microgravedad”, dijo un comunicado de la agencia espacial, “aunque los pasos para fecundar el óvulo se dan con mayor lentitud o no se dan. Un retraso o problemas en esta etapa podrían evitar la fertilización en el espacio”, agregó la nota.
Ese es un inconveniente, porque la fase final de la fertilziacio´n debe producirse a mayor velocidad.
Se envió también esperma de toro junto al humano porque las células de ese vacuno son más consistentes en su actividad y apariencia que las humanas.
Al estudiar espermatozoides humanos y de toro los astronautas podrán descifrar si cualquier situación extraña es el resultado de algo inusual de una muestra o por los efectos de la microgravedad.
Los astronautas usarán videos para evaluar el movimiento de los espermatozoides.
¿Por qué interesa el tema? Porque tarde o temprano habrá sexo en el espacio, en misiones prolongadas. Hoy solo son rumores los que hablan que ya ha sucedido en la Estación.
Y aunque el semen humano pudo obtenerse en la Estación con sus tripulantes, por sus actividades y la forma como se vive allí, la Nasa prefirió enviar las muestras desde la Tierra.
Tras los experimentos, el esperma irá a un laboratorio de la Universidad de Kansas para otros análisis, como ver si el tiempo que pasó en el espacio afectó su funcionamiento. EL COLOMBIANO.COM/ Por Ramiro Velásquez Gómez