IMPULSO/ José Miguel Moreno/Arena Pública
Expectativas 2017, el feo mejunje de Trump
Ya se acaba el año y es tiempo de hacer el ejercicio de pronósticos para el 2017. Dos sucesos se han escalonado a lo largo de 2016 que elevan el nivel de incertidumbre: el Brexit y, sobre todo, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos. A eso hay que sumar un entorno internacional enrevesado, con desequilibrios en los mercados financieros, una deuda global excesiva y una expansión del PIB mundial frágil, lenta y poco inclusiva.
Finalmente, la Eurozona será un enclave especialmente delicado en el 2017: habrá comicios muy importantes en Francia, Alemania, Holanda y Austria. Y en todos esos países se pueden abrir paso nuevas formaciones radicales y antieuropeístas que pueden poner en jaque a la moneda única y desestabilizar a Europa y a los mercados globales.
Varios elementos tienen el potencial de aminorar el ritmo de crecimiento de México en el 2017 respecto a las tasas observadas en los últimos tres años, cuando el PIB se ha expandido sistemáticamente algo por encima del 2.0%. El primero se llama Donald Trump; el segundo, endurecimiento de la política monetaria, en buena medida relacionado con el impacto negativo de Trump sobre la balanza de pagos de México; y el tercero, política fiscal restrictiva.
De Donald Trump sólo sabemos aún sus intenciones, pero no son muy halagüeñas. Pretende renegociar o hasta desechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), deportar a millones de inmigrantes ilegales y construir un muro a lo largo de la frontera con México. Esa política impactaría a México por tres vías: despidos en el mercado trabajo (agravado por la llegada de inmigrantes deportados), pérdida de divisa en la balanza de pagos por exportaciones de bienes, remesas familiares e Inversión Extranjera Directa (IED) y, ante el deterioro del sector externo, mayores tasas de interés para frenar la depreciación del peso y contener las presiones inflacionarias.
¿Cómo inhibirán esas posibles políticas de Trump el crecimiento económico en México? En primer lugar, golpeará al consumo privado, principal bastión de la economía mexicana. El gasto de las familias ha estado sustentado por cuatro factores: crecimiento del empleo, inflación baja y estable, expansión del crédito asociada a las bajas tasas de interés y entrada de remesas familiares. Gracias a la fortaleza del consumo privado, el sector servicios se ha expandido a tasas superiores al 3.0% en los últimos siete trimestres.
Sin embargo, esos factores que han impulsado al gasto de consumo se pueden ver socavados por la victoria de Trump: el mercado laboral se puede ver afectado por el despido de trabajadores en la manufactura mexicana; la estabilidad de precios se puede ver quebrantada por la rápida depreciación del peso (sin olvidar el riesgo de que una eventual guerra comercial implique la imposición de aranceles sobre los productos estadounidenses); el debilitamiento del peso ha forzado a Banxico a elevar las tasas de interés, obstaculizando el consumo y la inversión; y Trump ha amenazado con bloquear el envío de remesas con el fin de financiar un hipotético muro fronterizo. Por tanto, el consumo privado, el pilar sobre el que se sostiene el crecimiento económico en México, puede ser derribado por las políticas de Trump.