IMPULSO/ Enrique Cárdenas
¿Qué hacer si Trump se retira del TLCAN?
El miércoles pasado, apareció en la prensa estadounidense la noticia de que el equipo del presidente Trump estaba preparando una orden ejecutiva mediante la cual Estados Unidos se retiraría del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN. La reacción no se hizo esperar: la bolsa cayó y el peso también se depreció en la mayor magnitud observada en meses. Horas más tarde, tanto el presidente Peña Nieto como el primer ministro canadiense Trudeau llamaron al presidente Trump y reafirmaron que se continuaría con lo pactado anteriormente: llevar a cabo una negociación trilateral ordenada del TLCAN.
El susto del día que afectó momentáneamente a los mercados refleja, una vez más, que la economía mexicana tiene un sector exportador grande y potente, y que la sombra del proteccionismo podría afectar de manera negativa el desempeño de toda la economía. Es verdad. Así sería el impacto de tal decisión estadounidense.
Pasado el susto —uno más—, es menester recordar que, ante las amenazas de Trump, debemos estar preparados para lo peor, pero esperar lo mejor. ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo prepararnos? ¿Efectivamente Trump llevará a cabo sus amenazas? Una reacción natural ante el proteccionismo es privilegiar el mercado interno, incrementar las clases medias y acelerar la recuperación del poder adquisitivo de la mayoría de los mexicanos. Pero, ¿cómo hacerlo? Parece una propuesta inmejorable… pero tan buena que casi suena hueca.
Pero la historia económica nos dice que sí es posible: resulta que la situación actual se parece mucho al impacto de la Gran Depresión de 1929 en la economía mexicana. El comercio internacional se contrajo y disminuyeron sensiblemente nuestras exportaciones, el tipo de cambio más que se depreció y, por si poco fuera, el gobierno estadounidense deportó a 300 mil personas; a saber, alrededor del 6.5% de la fuerza laboral que hoy serían más de tres millones y medio de personas. Esto suena a lo que podría pasar si Trump cumple sus amenazas.
¿Qué ocurrió en los años treinta? ¿Cómo se recuperó la economía mexicana? Después del primer impacto recesivo, al contraerse nuestras exportaciones y depreciarse el peso —además de una violenta contracción monetaria—, la economía inició su recuperación a mediados de 1932 y logró crecer durante el resto del decenio a 4% anualmente; es decir, un desempeño mucho mejor que el de la economía estadounidense de esos años. ¿Cómo? El gobierno impulsó una política expansionista que aumentó la inversión pública y promovió la privada. Al mismo tiempo, vino un proceso de sustitución de importaciones. La depreciación del peso volvió más costosas las importaciones y la gente reasignó su gasto hacia productos nacionales, que resultaban más baratos que los importados.
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