IMPULSO/ Miguel A. García
Toluca
Una empresa de seguridad privada sin registro ante las autoridades puede ofrecer su servicio hasta en un 50 por ciento menos frente a un grupo bien establecido, generando una competencia desleal con aquellos que cumplen los requisitos de ley, aunado a que no garantizan la fiabilidad de los servicios que prestan.
De acuerdo a Othon Gómez César Hernández, presidente del Consejo de Alarmas y Seguridad Privada del Estado de México (CASPEM), es necesario promover la cultura de que los ciudadanos contraten empresas de seguridad privada debidamente registradas ante la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CES), de lo contrario, advierte, se corren infinidad de riesgos.
Reconoce que sector residencial es el más afectado por esta causa, ya que los servicios de baja calidad son los que terminan contratando, ya que cobran entre siete mil y ocho mil pesos al mes, cuando el costo real está entre 14 mil y 16 mil pesos mensuales.
En este sentido, advierte que con estas organizaciones fantasma, por no contar con registro, se corre el riesgo de que puedan estar ligadas a bandas criminales.