IMPULSO/ Agencia SUN
Panamá
El escándalo internacional Odebrecht ya golpeó a la Iglesia Católica de Panamá, que debió reconocer públicamente que recibió dinero de la firma constructora brasileña que está involucrada en uno de los más graves casos de corrupción política con sobornos en 10 países de América Latina y el Caribe.
La aceptación fue hecha por la Arquidiócesis de Panamá luego de que el presidente Juan Carlos Varela aseguró la semana pasada que Odebrecht fue “actor importante en la economía del país”, porque dio dinero a sectores como medios de prensa en pagos de publicidad, y recordó: “La Iglesia recibió”.
En un comunicado la Arquidiócesis evitó informar con exactitud la cantidad que Odebrecht le otorgó y las fechas de las entregas, pero aceptó que “la donación dada voluntariamente por la empresa, se realizó en momentos en que no era cuestionada judicialmente”.
Agregó que las donaciones que obtiene “son sujetas a un reporte que se le envía a la Dirección General de Ingresos” del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá, “donde reposan y pueden ser consultadas. De esta forma se deja constancia de la transparencia en el uso de esos recursos”.
“Damos fe de que las donaciones recibidas por la Iglesia son usadas para obras sociales en favor de niños, algunos huérfanos, ancianos, enfermos, pacientes con VIH, y adictos, así como para la restauración de templos”, alegó, al advertir que Panamá “debe mantener la serenidad para atender con capacidad de escucha el proceso judicial que se está siguiendo”.
“No podemos distraernos del objetivo principal de este proceso que es conocer la verdad, y para conocer la verdad hay que seguir los procedimientos jurídicos con honestidad y transparencia. Evitemos caer en la tentación de convertir esta coyuntura en un mero hecho mediático porque es mucho más que eso, y requiere de la ciudadanía toda su atención y apremio, por lo emblemático y delicado de este caso, no solo en el país, sino para el mundo”, recalcó.
Odebrecht operó una trama de corrupción durante varios años para ganar multimillonarios contratos de construcción de obras públicas en las 10 naciones de la región, en asociación con políticos y funcionarios.
Panamá es pieza central de este escándalo. En diciembre pasado el Departamento de Justicia de Estados Unidos estimó en 788 millones de dólares el monto de sobornos pagados por Odebrecht en Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y Venezuela; además de Angola y Mozambique.