IMPULSO/ Miguel A. García
Ocuilan
A 48 horas de que la tierra se cimbrara, se encuentran sin patrimonio y en espera de materiales de construcción para empezar de nuevo.
Porfirio Ibáñez Gómez llevaba 30 años viviendo en su hogar, una pequeña casa de adobe que compartía con su esposa y tres hijos. Sin bien su vivienda sobrevivió de pie al sismo, tuvo que ser derribada por recomendación de Protección Civil, ya que presentaba daños estructurales.
A 48 horas de que la tierra cimbrara su patrimonio, Porfirio mira con tristeza los escombros de lo que fue su hogar en las inmediaciones del Barrio de San Sebastián, Municipio de Ocuilan, y espera que la ayuda para la reconstrucción del mismo llegue pronto, ya que vive ahora con su hermana, esperanzado en poder heredarle a sus descendientes un pequeño patrimonio, como lo hizo su padre con él.
“Sólo pude sacar lo más indispensable, los documentos y los muebles que logré recuperar porque, sí, a varios les cayó encima el cemento, las piedras, una lámina, inclusive mi esposa salió lastimada”, explicó.
Cómo Porfirio, 678 familias vieron sus casas dañadas, 800 casas destruidas por completo, mil 500 viviendas con algunas afectaciones, 600 escuelas afectadas, 46 iglesias dañadas.
A 48 horas del siniestro, comienza fase de reconstrucción, por lo que urge en las comunidades más dañadas son herramientas de construcción.
La ayuda ha llegado, sin embargo, están urgentes de materiales de construcción y tinacos, por lo que se prevé que en Joquicingo, Tenancingo y Ocuilan tengan escases de agua potable todo el fin de semana.
En lo que refiere a las clases, el alcalde Felix Alberto Linares aseguró que el resto de la semana estarán suspendidas, sin embargo, se espera que en breve se puedan restablecer en albergues y escuelas que sólo emplean el turno vespertino, ya que 93 instituciones de manera no oficial están dañadas, muchas de ellas destruidas.