IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mantuvo su pronóstico de crecimiento para México de 2.5% en 2018, pero afirmó que persisten retos sobre todo por altos niveles de violencia, corrupción, pobreza, informalidad y baja productividad.
La proyección se quedó sin cambios respecto a la anunciada en marzo pasado, que a su vez había mejorado desde el 2.2% vaticinado en noviembre de 2017.
Además, la estimación de expansión del Producto Interno Bruto del país en este año está por debajo tanto del promedio considerado para la economía mundial, de 3.8%, como del 2.6% de los países que integran el organismo, y menor al 2.9% calculado para Estados Unidos.
Para la OCDE, la incertidumbre por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) seguirá y bajarán inversiones en México y Canadá. A menos de que las negociaciones sean favorables se acelerarán proyectos.
“Una vez que se disipe la incertidumbre que genera la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la inversión se sumará al crecimiento”, señaló la OCDE en el texto que dio a conocer la madrugada de este miércoles.
Además, en México se observa que “la turbulencia del mercado financiero asociado con la prospectiva de cambios en la política monetaria de Estados Unidos o de la incertidumbre del ambiente de negocios, incluyendo retrasos en la ratificación de las negociaciones del TLCAN, podría llevar a una volatilidad del tipo de cambio, estrechar condiciones financieras y el flujo de capital”.
Sobre la economía mexicana, el organismo explicó que si bien se registra una recuperación impulsada por el consumo privado y las exportaciones, la incertidumbre seguirá por la contención de la inversión privada, a pesar de que se espera que se realicen inversiones por la reconstrucción de estados afectados por los temblores de septiembre de 2017.
En tanto, la inversión pública se mantendrá baja, la tasa de desempleo se quedará en mínimos históricos y la inflación seguirá descendiendo. Por ellos, la OCDE espera que la economía mexicana crezca 2.8% en 2019, mientras la expansión mundial será de 3.9%, y el promedio de la OCDE en 2.5%.
El diagnóstico. La organización dijo que los efectos de las reformas estructurales son visibles, pero los retos persisten por los hechos de violencia y corrupción en México, al igual que la pobreza, desigualdad, informalidad y baja productividad.
Para tener la totalidad de beneficios de las reformas estructurales se requiere mantener su implementación total y llevar a cabo una nueva ola de reformas, agregó la OCDE.
Además, considera que entre los riesgos que enfrenta la economía mundial destaca el proteccionismo comercial, que empezó a tener efectos adversos en la confianza y en mayor escala puede dañar la inversión, trabajos y estándares de vida.
Señaló además preocupaciones geopolíticas que pueden contribuir a incrementar los precios del petróleo; la normalización de las tasas de interés en algunos países, el aumento de tasas de los bonos estadounidenses y la apreciación del dólar.
Los países asiáticos con mayores expectativas de crecimiento para este año siguen siendo China, con proyección de 6.7%, e India, con 7.4%.
En el caso de Estados Unidos, la OCDE dijo que la reforma fiscal aprobada impulsará el crecimiento económico, mientras que el empleo mantiene un crecimiento robusto, hay confianza del consumidor, así como alza de ingresos y consumo.
Mientras en México y Canadá se espera un menor flujo de inversiones, en EU se prevé que se fortalecerán por los cambios fiscales.