Noviembre 27, 2024
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Obras ficticias en Lerma

IMPULSO/ Julio César Zúñiga
Lerma (Primera parte)
En San Pedro Tultepec, Jaime Cervantes embellece la entrada al pueblo, pero se olvida del resto de la comunidad.
Dice el dicho que las segundas partes nunca son buenas, y en Lerma está el mejor ejemplo, pues, mientras la anterior Administración municipal embelleció la cabecera municipal, aunque sin ocuparse de la Colonia Guadalupe, el Gobierno que encabeza Jaime Cervantes Sánchez sólo hace obras de relumbrón como las del poblado de San Pedro Tultepec, donde se está embelleciendo el bulevar de acceso, mientras, en el traspatio, que es todo el pueblo y sus tres colonias, presenta un panorama deprimente.
Esto no es lo peor, sino la situación en que viven sus más de 17 mil pobladores con el precario servicio de agua potable, a la que sólo tienen acceso los días sábado por la noche, por lo que tienen que valerse de tambos, botes, cubetas y hasta bandejas para apartar el líquido que ocuparán durante la semana para sus necesidades más básicas de higiene, mientras que, para preparar sus alimentos y satisfacer sus necesidades de consumo, deben gastar en promedio hasta 150 pesos diarios en la compra de garrafones de agua purificada.
En un recorrido por las calles de esta población, este medio entrevistó a varios vecinos y todos coincidieron en señalar que toda la población sufre el desabasto del servicio y el Ayuntamiento encabezado por Cervantes Sánchez no hace nada para solucionar el problema que calificaron de grave.
Por su parte, las autoridades auxiliares reconocen la realidad que se vive en San Pedro Tultepec, aunque su versión contrasta con la de los pobladores, por ejemplo, el primer delegado Raúl Jiménez Montaño reconoce que “las necesidades aquí en el pueblo son casi todas… para el lado que miremos”.
Al hablar de la situación del servicio de agua potable, admitiendo no obstante que es un asunto espinoso, indicó: “Si hacemos números, tenemos un déficit sólo del uno por ciento de esos 17 mil habitantes y atendemos diario alrededor de 150 personas por medio de pipas que nos suministra OPDAPAS Lerma”.
En su momento, Jaime Osorio Morales, vecino de la calle Vicente Guerrero norte, al pedirle su opinión sobre el dato aportado por el delegado, aseveró: “Es al revés, el 99 por ciento de la población sufre por el agua y el restante uno por ciento no sufre porque tiene cisterna”.
Al abundar, precisó que la mayoría de los vecinos de las calles 20 de Noviembre, desde Vicente Guerrero sur hasta Cinco de Mayo, han ido a solicitar el abasto de agua, pero sólo pierden tiempo porque el delegado les manda pipas de agua sucia que no sirve ni para lavar la ropa y sólo la ocupan para el sanitario, añadiendo que tienen que estar comprando regularmente tres garrafones diarios para beber, para la comida y hasta para lavar los trastes y demás utensilios de cocina porque sólo ponen el agua los sábados a las 10 de la noche y la cortan a las cinco de la mañana del domingo sin dar oportunidad para apartar agua y lavar la ropa.
Puntualizó que la dejan en la madrugada cuando nadie puede ocuparla, poniendo como botón de muestra que, en su matrimonio, tanto su esposa como él trabajan como vendedores ambulantes durante el día y llegan tan cansados que su pareja no tiene fuerzas para lavar la ropa durante la madrugada, “o descansa para trabajar al otro día o se pone a lavar la ropa”.
Varios vecinos de la Colonia Tomapa informaron que nunca les fallaba el servicio porque por allí pasa la tubería principal, pero ahora, al igual que el resto del pueblo, sólo les llega los sábados en la noche.
17 mil pobladores con un precario servicio de agua potable, al que sólo tienen acceso los días sábado por la noche.