IMPULSO/ Adrián Mendoza
Toluca
- A consecuencia de los malos hábitos alimenticios cotidianos y falta de conciencia de cada persona.
La obesidad es un problema de salud pública que ataca a los habitantes del Estado de México por igual, ello a consecuencia de los malos hábitos alimenticios cotidianos y falta de conciencia de cada persona, opinó Martha Patricia Canseco, experta en el tema de obesidad del Instituto de salud del Estado de México.
Martha Patricia Canseco Gutiérrez, asesora en el Consejo Estatal para la Prevención, Tratamiento y Combate al Sobrepeso, la Obesidad y Trastornos Alimenticios en el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), afirmó que la obesidad es consecuencia de la falta de hábitos alimenticios correctos y del modo de vida que tiene la ciudadanía.
Para la funcionaria, la obesidad y su aumento en el estado es una situación multifactorial que deriva de situaciones que involucran el consumo de una gran cantidad de productos procesados, es decir, consumimos predominantemente productos procesados, nada de verduras o frutas.
La funcionaria pública estatal Martha Patricia Canseco también afirmó que “poco a poco le vas agregando problemas a tu corazón con la grasa y el exceso de azúcar; creo que, cuando creemos esa consciencia de lo que comemos, mitigaremos la obesidad; es importante que sepamos de pequeños que lo que comemos nos afectará en el futuro”.
Canseco Gutiérrez advirtió que, cuando somos jóvenes, lo que comemos no nos afecta, pero, a medida que nos hacemos viejos, las enfermedades son más graves y aumenta el riesgo cuando seamos personas adultas mayores.
Si las personas comen de vez en cuando las barritas, golosinas, tacos o cualquier comida rápida, hay que comer después frutas, verduras y buscar alimentos de origen orgánico”, Martha Patricia Canseco Gutiérrez, Asesora en Obesidad del ISEM.
La obesidad y su aumento en el estado es una situación multifactorial que deriva de situaciones que involucran el consumo de gran cantidad de productos procesados.
Cuando somos jóvenes, lo que comemos no nos afecta, pero, a medida que nos hacemos viejos, las enfermedades son más graves y aumentan los riesgos.