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Montreal, Canadá
Mientras a Donald Trump le cuesta sacarle una sonrisa al Papa Francisco y solo consigue que presidentes simpáticos como el francés Emmanuel Macron lo dejen con las mano estiradas en los encuentros del G7, Obama, lejos ya del poder, parece seguir gozando de fama y aprecio entre sus amigos mandatarios.
Después de dar un discurso en la Cámara de Comercio de Canadá, en el que alertó sobre los riesgos del populismo en tiempos de incertidumbre y en el que admitió estar “en desacuerdo con la decisión tomada por la actual administración de sacar al país del acuerdo de París”, él y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se escaparon de los agites políticos y se fueron juntos a cenar como en los viejos tiempos.
A las 9:27 de la noche, el mandatario canadiense posteó en su Twitter una foto que delató el lugar en donde habían decidió ir a cenar, el Liverpool House en el barrio Little Burgundy. Además, dio detalles de lo que estaban conversando: “Cómo hacemos que los líderes jóvenes empiecen a tomar acciones en sus comunidades. Gracias por su visita y por compartir sus ideas conmigo en mi tierra”.
How do we get young leaders to take action in their communities? Thanks @BarackObama for your visit & insights tonight in my hometown. pic.twitter.com/EwJXPEkN3w
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) June 7, 2017
109,075 likes fueron una rápida evidencia de que este encuentro era memorable.
De inmediato, la misma imagen, con un foco más cerrado, apareció en el Twitter de la Fundación Obama: “Hoy en Montreal, Barack Obama y Justin Trudeau discutiendo y compartiendo sus compromisos por desarrollar una nueva generación de líderes”.
La amistad entre estos dos mandatarios, que parecen a veces tener casi la popularidad de unas estrellas del rock, y que los medios en Estados Unidos hay bautizado como bromance (juego de palabras en inglés entre ‘brothers’ y ‘romance’) se empezó a labrar desde el 2015, cuando se conocieron en el encuentro del Asia Pacific Economic Cooperation (APEC) en donde se hizo evidente que el humor los iba a unir irremediablemente. Obama creó tal complicidad con Trudeau, que las redes sociales no tardaron en reventar con un nuevo hashtag ‘Apec hottie’.
Luego vendrían bromas sobre las típicas rencillas entre los países. “Habrá siempre cosas sobre las que nunca nos pondremos de acuerdo: quién es mejor con la cerveza, quién es mejor en el hockey”, le dijo Obama alguna vez al canadiense con quien, luego, dejó ver su evidente complicidad en un encuentro junto al presidente mexicano Peña Nieto, al que estos dos compadres ni voltearon a mirar.
Pero más allá del juego de camaradería, y de las risas, Obama y Trudeau saben que el poder y la política se juegan muchas veces mejor sentados a una mesa comiendo “las mejores ostras y los vinos más viejos del mundo” (como profesa la descripción del restaurante que visitaron ayer) que en una reunión formal en la Casa Blanca.
A la final, no sabemos a ciencia cierta cuánto se habló en esa mesa sobre acuerdos ambientales y políticas migratorias.
Esta nota fue publicada originalmente por Univisión, y puedes consultarla en http://www.univision.com/noticias/trending/obama-sale-a-cenar-con-su-bromance-justin-trudeau-y-la-foto-se-hace-viral