IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
La capital de Oaxaca cumplió este martes nueve días sin recolección de basura, por lo que en el Centro Histórico, calles aledañas y cerca de 300 colonias se acumulan unas cinco mil toneladas de desechos.
De acuerdo con el ayuntamiento capitalino, cerca de 600 toneladas se generan cotidianamente y se siguen colocando en la vía pública debido al cierre del depósito ubicado en el municipio de Villa de Zaachila, por el conflicto entre colonos y el Frente Popular “14 de Junio”.
La encargada del servicio de Limpia Pública, Verónica Sandoval, indicó que la recolección se reanudará hasta nuevo aviso, una vez que los habitantes de ese municipio vecino retire el bloqueo sobre la carretera federal 175 que conduce al tiradero, quienes además mantienen cerrado el lugar.
La funcionaria municipal señaló que desde el pasado 3 de julio el ayuntamiento suspendió su servicio y a la fecha el parque vehicular del área de limpia pública, que consta de 60 unidades recolectoras, se encuentran estacionados y llenos de basura.
Ante el depósito en las riberas del río Atoyac, junto al Mercado de Abasto, Verónica Sandoval negó que sea el municipio el responsable de la habilitación de ese tiradero a cielo abierto e indicó que es la propia ciudadanía la que por cuenta propia lleva sus desechos hasta este espacio ubicado a pocos kilómetros del Centro Histórico de Oaxaca.
Dijo que sobre la orilla del río se calcula que hay 900 toneladas de basura.
Agregó que dependerá de la negociación que realice el Gobierno del Estado con habitantes de la agencia de Vicente Guerrero para que se permita el paso al basurero.
La tarde de ayer lunes, luego de un encuentro entre pobladores de Zaachila y gobierno estatal para solucionar el tema de la expulsión de la organización “14 de Junio” de la zona, se anunció que parte de los acuerdos fue la liberación del tiradero.
Sin embargo, por la noche de este lunes, los habitantes de Zaachila negaron esa posibilidad al no existir documentos oficiales que garantizaran el cumplimiento de sus demandas y solo tener de por medio “la palabra del gobernador”, Alejandro Murat.