IMPULSO/ Redacción
Texcoco
: Realiza esta exhibición un recorrido por la historia y legado de personajes de la entidad mexiquense.
El Centro Cultural Mexiquense Bicentenario (CCMB) presenta en su Museo la exposición permanente “Encuentro con nuestras raíces”, que ha cautivado a miles de mexiquenses desde su inauguración, en el mes de abril, por parte del Gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza.
Con más de 145 piezas y tres instalaciones multimedia, se divide en cuatro ejes temáticos que relatan la historia del arte y los personajes que han marcado la vida cultural de la entidad, cuya relevancia ha sido reconocida a nivel mundial como Nezahualcóyotl y Sor Juana Inés de la Cruz, aunado a la creación del Estado de México y culminando con los artistas plásticos contemporáneos.
La primera sección es “Nezahualcóyotl, ciudadano del mundo”, en la que el público puede apreciar la vida y obra del gran Rey Poeta, desde el inicio de su linaje, con la llegada de Xólotl a la Cuenca de México y su asentamiento en la zona del lago de Texcoco, para dar comienzo al reino del Acolhuacan.
Consta de 38 piezas arqueológicas de sitios circundantes a la zona oriente del lago de Texcoco.
Entre las más representativas están la escultura del Dios Ehécatl, deidad asociada al viento, ollas tipo Tláloc que datan de la época teotihuacana hasta las producidas en el Posclásico tardío.
También incluye un video interactivo de Tezcutzingo, que simula en primera persona, poniendo al espectador en los ojos de Nezahualcóyotl en la cima del cerro del Tezcutzingo, considerado el primer jardín botánico en América, y con lo que buscan generar conciencia acerca del cuidado del patrimonio natural y cultural.
En la segunda sección, “Juana Inés. Mujer universal nacida en Los Volcanes”, los visitantes se adentrarán al mundo de Sor Juana Inés de la Cruz, sus grandes logros académicos e intelectuales, así como su camino a ser reconocida como una de las mujeres que logró estar a la altura de grandes maestros del siglo XVII.
El acervo está conformado por 32 piezas como vajillas de la época, armaduras, documentos históricos, ornamentas religiosas y un holograma y escenografía sensorial de la Décima Musa.