Julio 15, 2024
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No reciclamos ni en defensa propia

Miguel García /Toluca                

Dos mil   caracteres     

México ocupa uno de los últimos lugares en la lista de países con niveles óptimos en el reciclaje de los residuos que genera, por debajo del promedio de las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que es de apenas el 24 por ciento.     

Luz María Ordoñez, presidenta del movimiento Ecologista  del Estado de México, indicó que el cambio de  población rural a predominantemente urbana ha golpeado seriamente nuestro consumo de recursos pues de un porcentaje de  generación de residuos que alcanzaban hasta el 70 por ciento de tipo orgánico en nuestras comunidades; hoy esta balanza se ha revertido.    

Con ello, la urbanización,  explica se ha convertido en el principal motor para la generación de recursos toda vez que hasta el 2015 en México el promedio de generación de residuos sólidos urbanos es de 53 millones donde el papel,  cartón,  vidrio, algunos metales pero sobretodo el plástico hoy son aceleradores de la contaminación, principalmente los plásticos de un solo uso que en caso de la pandemia han encontrado el nicho perfecto para incrementarse.   

En estos los plásticos se encuentran aquellos de  propileno, y el pet,  al ser la materia principal para los envases de alimentos y de todo tipo de productos sanitarios. Este material, lamentó, tiene un tiempo de vida útil para las familias  mínimo pero su degradación en el ambiente es infinito.   

La especialista lamentó que actualmente la política para atender esta creciente generación de residuos sea solo el impulso de rellenos sanitarios, lo que dice debe entenderse solo como “enterrar nuestra basura”   

Llamó a recuperar posturas más sustentables para encarar el tema de la basura como aquellas de corriente europea que están basados en la economía circular. En estas, dijo,  suma a la población; uno:  entender su papel como generadores de residuos para que disminuya los mismos, y dos alertar no solo su disminución sino su reúso como la única vía para frenar el propio consumo de recursos.