IMPULSO/ Patricia López Vences
Toluca
Evitar homilías aburridas que no sean comprendidas entre la población, y menos por los niños y adolescentes, pidió el arzobispo Allen Vigneron al enviar una carta con consejos prácticos a sacerdotes y diáconos mexicanos.
La carta episcopal procedente de Detroit, Estados Unidos, dirigida a los sacerdotes y diáconos mexicanos, convoca a transmitir la palabra de Dios en un discurso sencillo, ofreciendo ayudar a las personas, a darles un consejo práctico en lenguaje sencillo, sin adornos, sin palabras rebuscadas, entablando un ambiente de franca cordialidad y acercamiento.
En lugar de permitir que las lecturas se queden en el nivel de la teoría, el Prelado indicó que los predicadores deben aplicarlas a la “situación concreta” de la comunidad y ofrecer sugerencias para que los fieles puedan ponerlas en práctica. Todo esto requiere de una preparación adecuada y anticipada a la homilía. Muchas personas en las bancas han oído la frase “Dios te ama”, pero no la han interiorizado.
“Las recientes estadísticas revelan que muchos católicos ni siquiera creen que es posible tener una amistad con Dios, por lo que sin duda no saben que son amados infinita y apasionadamente por aquél que lo hizo todo”, explica el documento episcopal. “El encuentro con este amor es lo que cambia la vida, es lo que lleva a la decisión de dar una respuesta al seguimiento de aquél que ha entregado su vida por nosotros.
La fe simplemente se ve como un conjunto de normas y reglamentos”, expresa el documento al advertir que muchas personas han sido “sacramentadas pero nunca evangelizadas”, y que sólo “saben cosas de Dios, pero no lo conocen. Desafortunadamente, debemos admitir nuestra parte de responsabilidad en esto”.