IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Al igual que cualquier otra persona que se disponga a darle el “sí quiero” a su pareja y, en consecuencia, se esté preparando para vivir uno de los días más especiales de su vida, la ex actriz Meghan Markle se encontraría estos días bastante “nerviosa”.
La simple idea de sellar su historia de amor con el príncipe Harry en la regia ceremonia que tendrá lugar el próximo 19 de mayo en el imponente castillo de Windsor, le trae muchos dolores de cabeza.
El hecho de que los ojos de prácticamente todo el mundo vayan a estar posados en ella -y también en su vestido de novia, a día de hoy uno de los secretos mejor guardados del enlace- y el simbolismo que tiene una boda de esta envergadura para un país tan monárquico como el Reino Unido habrían hecho mella -según afirman fuentes de su entorno- en el carácter normalmente tranquilo y sosegado de Meghan, pero tampoco lo suficiente como para que la futura novia haya perdido del todo su entereza.
“Ahora mismo está sintiendo los típicos nervios de cuando se sabe que la boda es inminente, y a eso hay que añadir la presión de casarse en un escenario tan emblemático y rodeada de unos invitados tan distinguidos”, ha explicado una fuente al portal de noticias “Entertainment Tonight” antes de revelar que la madre de Meghan, Doria, y su buena amiga Jessica Mulroney se encargarán de reconfortarla en esos últimos días en los que el estrés y la ilusión se entremezclarán irremediablemente.