IMPULSO/ Ángel Díaz del Río
Toluca
Para potenciar el desarrollo, es necesario aumentar el nivel de escolaridad e incrementar el ingreso en las zonas rurales, principalmente el de las jefas de familia, señalaron Lucila Godínez Montoya, Esther Figueroa Hernández y Francisco Pérez Soto, investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Los autores de la investigación titulada “Rentabilidad privada de la educación en el Estado de México” analizaron propuestas “teóricas” del capital humano, las cuales “dictan que, entre mayor es el nivel educativo de la población, mayor es el beneficio económico que se obtiene”.
Con el objetivo de estimar la rentabilidad privada de la educación en las zonas rural y urbana en el Estado de México, los investigadores utilizaron la Ecuación de Mincer y el Modelo Spline, los cuales arrojan el salario real de un trabajador en función de sus años de escolaridad y sus variaciones, según el nivel educativo alcanzado por los individuos.
Los también colaboradores de la revista Papeles de Población, editada por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población de la UAEM, manifestaron que, de acuerdo a los resultados, las tasas de rentabilidad de la educación para la zona rural del Estado de México es 9.83 por ciento para los hombres y 11.84 por ciento para las mujeres, contrastándolo con la zona urbana, en donde se obtuvo 7.97 por ciento para los hombres y 6.78 por ciento para las mujeres.
Lucila Godínez Montoya, Esther Figueroa Hernández y Francisco Pérez Soto coincidieron en señalar que la educación en el medio rural tiende a ser más rentable para las mujeres en los niveles educativos básicos y para los hombres en los niveles educativos más elevados.
