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Nueva York
Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunió con Devis Leonel Rivera Maradiaga, un ex líder del cartel de “Los Cachiros” y le prometió que conseguiría fondos del gobierno para pagar a una empresa del cartel usada para lavar dinero si a cambio recibía sobornos, testificó el narcotraficante ayer.
El capo realizó el señalamiento durante una audiencia judicial en una corte de Nueva York en el caso de Fabio Porfirio Lobo, hijo del ex presidente hondureño Porfirio Lobo Sosa. Fabio se declaró culpable el año pasado de asociación delictiva para traficar cocaína a Estados Unidos y está preso en ese país desde 2015.
Maradiaga testificó que el gobierno hondureño debía dinero a Inrimar, una empresa tapadera que servía para lavar dinero generado por el narcotráfico y que el ex presidente Lobo le aconsejó crear. Hernández -dijo Maradiaga- iba a conseguir dinero público para aliviar la deuda que la administración tenía con la empresa y, a cambio, pedía un soborno.
Para la criminóloga Arabeska Sánchez hay muchas personas nerviosas en Honduras que han “perdido el sueño revisando las 84 páginas del testimonio del exjefe cachiro”. Manifiesta que la mención de políticos, un ex presidente, militares y policías con nombres y apellidos. Lo más probable es que se avecina una oleada de extradiciones.
Es del criterio que el Cachiro ha mantenido sus testimonios sin contradecirse a pesar de las estrategias jurídicas empleadas. Explicó que “estamos hablando de militares que recibieron carros de lujo, de políticos que se prestaron para cuidar los cargamentos, salen a relucir contratos amañados, pagos de soborno para campañas políticas”.
Con información de Terra (México) y La Prensa (Honduras)
