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Nacimientos expresión de la espiritualidad de un pueblo

  • Cada año en mucho hogares mexicanos se lleva a cabo la representación plástica del Nacimiento del Niño Dios.

Texto y Fotos: Ana Lydia Chávez Flores/Metepec.

Llega diciembre y con él las tradiciones navideñas, con sus adornos llenos de luz y color. En este ambiente festivo los “nacimientos” son algo más que un accesorio. Son la representación plástica de misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Dentro de la fe cristiana, pero más concretamente en el catolicismo, adornar con un nacimiento los hogares va más allá de una función ornamental.

El nacimiento tiene un sentido espiritual, una de sus interpretaciones es que, en cada hogar donde haya un nacimiento, ahí habrá de alojarse o dicho de otro modo “nacerá” el Niño Jesús, en los corazones de quienes lo habitan.

En torno a un nacimiento se desarrollan rituales como esperar la llegada del Salvador, la figura del Niño Jesús no se coloca en la representación hasta la noche del 24 de diciembre, cuando se  entiende que ya nació; de igual manera, antes de colocarlo se realiza el “arrullo”, con cánticos propios, a los que llamamos villancicos. En algunos lugares, durante la “misa de gallo”, llevan a bendecir al “recién nacido” para luego colocarlo en el pesebre dispuesto en cada hogar.

Cuenta la tradición cristiana que fue Francisco de Asis quien creó por primera vez una escenificación del nacimiento de Jesucristo. Esto ocurrió alrededor del año 1223 cuando congregó a un grupo de personas que interpretaron los roles de los principales protagonistas del nacimiento. Asimismo, se incorporaron animales vivos.

Esto fue una sorpresa para los habitantes de Greccio, lugar donde entonces habitaba el santo de Asis, porque en la quietud de la noche, las campanas de la iglesia empezaron a repicar y escucharon los gritos de Francisco, quien los llamaba para subir al cerro. Y fue entonces donde todos admiraron el “pesebre vivo” ideado por él.

Los principales personajes de un nacimiento son: la Virgen, San José, el Niño Jesús, los Reyes Magos, el Ángel y Pastores. Adicionalmente, también aparecen figuras de animales como la vaca (habitante del pesebre), el burro (que sirvió de vehículo a la Virgen María) y borreguitos (rebaño de los pastores que acuden al llamado del Ángel para adorar al Redentor).

El nacimiento tiene un sentido espiritual, una de sus interpretaciones es que, en cada hogar donde haya un nacimiento, ahí “nacerá” el Niño Jesús, en los corazones de quienes lo habitan.

En los nacimientos mexicanos, los pastorcitos están caracterizados como campesinos de nuestra tierra, con calzón de manta, huaraches, sarape y sombrero. También incorporan otros animales como gallinas, cerdos, palomas y guajolotes; incluso vegetación de la región como nopaleras.

En Metepec, municipio tradicionalmente artesano del barro, se producen nacimientos de tamaños y estilos diversos como las figuras que se observan en la gráfica. Con rasgos propios de nuestras artesanías mexiquenses, que han adquirido fama mundial. En 2009, una versión del nacimiento que se aprecia en estas gráficas junto con un Árbol de la Vida metepequense, se exhibieron en la Sala Paulo VI en el Vaticano, luego de ser enviado como regalo al Papa.

El Pesebre, de unos cinco metros por tres, estaba compuesto por veinticinco figuras de barro decoradas con piezas de estaño, teniendo como fondo un proscenio inspirado en las típicas haciendas mexicanas.