Judas Priest, “Firepower”
Un grupo sobreviviente en toda la extensión de la palabra. Rob Halford y compañía de nueva cuenta trabajaron con el productor Tom Allom, quien ha imprimido un sonido con fuertes ecos de su época de los años ochenta. Destaca también la participación en la composición de varios cortes de Richie Faulkner (guitarrista que sustituyó al legendario K.K. Downing), por lo que se sentirá una vibra rejuvenecedora en el transcurso del disco. Heavy Metal clásico demoledor y directo, que sin duda podría ser la segunda parte de aquel emblemático álbum: “Painkiller”. ¡Eterna vida a los Priest!
Nine Inch Nails, “Bad Witch”.
Disco que estaba planeado como E.P. y que cerraría la trilogía que comenzó “Not The Actual Events” y continuaría “Add Violence”. A final de cuentas, “Bad Witch” se convirtió en un álbum de estudio. El binomio de Trent Reznor y Atticus Ross ya es uno de los más dinámicos de la industria musical, aportando además música para la banda sonora de importantes cintas (“Birdbox” por ejemplo). “B.W.” reúne elementos característicos del sonido industrial de N.I.N., sombrío, oscuro y con sentido apocalíptico, sin embargo con una inteligente mezcla de “ambient” y jazz, lo que por supuesto, le agrega una textura más sutil e interesante.
Florece and the Machine, “High as Hope”.
Cuarto disco de esta banda Inglesa de “indie” y una de las producciones discográficas más esperadas del año pasado. Un álbum abrasivo que cuenta con la gran colaboración de Kamasi Washington y la producción de Emile Haynie (Bruno Mars). Florence Welch es una artista que ha manifestado su sensibilidad de sobremanera a través de su propuesta musical y -con concordancia lo que menciona un buen colega- “H.a.H” es una propuesta plagada de positivismo y llena de esperanza. Implica la evolución emocional de una gran cantante.
