IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Las mujeres ocuparán 63 escaños en el Senado que se inaugurará el 1 de septiembre. Aunque quedan a un voto para ocupar la mitad del pleno, en contraste con los 20 espacios que tuvieron al iniciar el siglo, han enfrentado la resistencia masculina a ocupar las responsabilidades de mayor poder senatorial.
Los resultados que ubican en el Senado a 63 políticas, y en la Cámara de Diputados a 240, indican que sólo se necesitan 10 curules femeninas para ocupar la mitad del pleno. El Instituto Belisario Domínguez (IBD) de la Cámara Alta destaca que en igualdad de género, el Congreso ocupa los primeros lugares a nivel mundial.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado, Diva Gastélum Bajo (PRI), dijo que la presencia de la mujer en las cámaras legislativas es resultado de un esfuerzo colectivo, con reglas de la reforma electoral de 2014 del Presidente.
La presidenta de la comisión senatorial de Derechos Humanos, Angélica de la Peña Gómez (PRD), mencionó que en las Legislaturas 62 y 63 ellas se esforzaron para consolidar los derechos políticos de la mujer. En iniciativas iban adelante de los hombres, indicó.
Gastélum Bajo y De la Peña Gómez destacaron el avance de la igualdad electoral, con fórmulas en la Constitución y la legislación reglamentaria, que cierran el paso a prácticas perniciosas como las Juanitas o que se les asignen candidaturas perdedoras.
El IBD en el estudio Paridad y agenda de género en el Congreso de la Unión LVIV Legislatura (2018-2021), explica que el número de mujeres que llegan a escaños corresponde a las reglas que se aplicaron a partir de las reformas de 2014, y de diversas disposiciones del INE y del TEPJF, que colocan a México en la vanguardia mundial en materia de participación femenina en parlamentos.
El IBD considera: “El notable incremento de las mujeres en el Congreso es resultado de esfuerzos institucionales para garantizar el ejercicio pleno de sus derechos político-electorales en igualdad de condiciones con los hombres”. La presencia femenina en los plenos de San Lázaro y Paseo de la Reforma “es un importante avance”, expone el IBD, que reporta lo que encontrarán ellas: “La articulación de una agenda de género y el acceso igualitario dentro de los espacios de poder”.
Con una representación de 32.8%, de 2012 a 2018, sólo una vez una mujer encabezó la Junta de Coordinación Política (Jucopo), la priísta Ana Lilia Herrera Anzaldo. Las coordinaciones parlamentarias tuvieron varones al frente y ninguna mujer fue presidenta de la Cámara Alta.