IMPULSO/Redacción
Puebla
El legendario deportista es uno de los pilares del imaginario popular mexicano. Su implacable reputación sobre el cuadrilátero y su éxito como estrella de cine lo convirtieron en un hito cultural, por ello, la relevancia de la muestra.
El montaje recorre sus inicios, desarrollo y consolidación de a quien se le recuerda como deportista y también como un hombre con gran versatilidad que provocó un fenómeno popular indiscutible, al grado de exaltar entre los mexicanos un sentimiento de orgullo nacional.
Al recorrer el montaje, el público adulto recuerda o reafirma sus conocimientos respecto a este ídolo, mientras que nuevas generaciones se acercan, probablemente por primera vez, al famoso héroe popular que pasó del deporte a ser un protagonista de historietas, películas y programas de televisión.
A partir de la colección particular de “El Hijo de El Santo”, la muestra exhibe los aspectos públicos y privados de la vida del ícono mexicano de la lucha libre, por lo que se puede apreciar su papel amoroso como padre, su devoción por la Virgen de Guadalupe, aplicando famosas llaves sobre el cuadrilátero y atendiendo a sus admiradores.
Para el montaje de la exposición, la museógrafa Gina Cruz tomó como referencia el libro Santo, el enmascarado de plata. Imágenes, editado por la Dirección General de Publicaciones de Conaculta en 2009.