Recomiendan transitar de un modelo de insumos, a uno que privilegie el desarrollo de competencias profesiones de los estudiantes y logre una formación integral que los haga capaces de aportar al desarrollo local y global. Aunque el país cuenta con un sistema robusto y diversificado, padece de problemas estructurales, por ello, se debe ampliar la visión hacia nuevos paradigmas de renovación pedagógica.
Guadalupe Rosas Suárez/Toluca
Las características del actual modelo de educación superior “no nos permiten asegurar que los egresados son más competentes que los de generaciones pasadas”; los estudiantes requieren nuevas habilidades de pensamiento: mayor creatividad, capacidad para resolver problemas complejos, aprender a analizar grandes volúmenes de información, dominar una segunda lengua y saber desempeñarse en ambientes socioculturales, enfatizó el director general de Planeación y Desarrollo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), José Aguirre Vázquez.
“Debemos transitar de un modelo de insumos, a uno que privilegie el desarrollo de competencias profesiones de los estudiantes y logre una formación integral que los haga capaces de aportar al desarrollo local y global”, subrayó durante la conferencia magistral “Presente y futuro de la educación superior en México”, que dictó para la Universidad Autónoma del Estado de México como parte de los trabajos para la integración del Plan Rector de Desarrollo Institucional 2021-2025.
El representante de la ANUIES resaltó que, aunque nuestro país cuenta con un sistema robusto y diversificado, “padece de problemas estructurales”, por ello, se debe ampliar la visión hacia nuevos paradigmas de renovación pedagógica y aprovechamiento de nuevas tecnologías que favorezcan la calidad, la equidad y amplíen la inclusión social.
Indicó que se cuenta con nueva ley que señala una ruta que permite la cooperación y coordinación, sobre todo, incluye un Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Superior, que estará acompañado de la certificación y que permitirá tener un mejor diagnóstico para el desarrollo de competencias.
Aguirre Vázquez consideró que en el futuro que se avizora el trabajo a distancia perdurará, alternándose con actividades presenciales, pues ya se comprobó que es posible ampliar la cobertura y mantener la productividad en niveles aceptables y crecientes en la medida en que se asimila este modelo en la cultura laboral docente y se fortalece en las instituciones y los hogares
Se necesita una triada de competencias docentes indispensables para la educación del siglo XXI donde se posicionará con mayor énfasis la educación virtual. Por el incremento de la demanda, la gratuidad, la reducción de subsidios y la necesaria ampliación de la cobertura territorial.
En ese tenor, se requiere del desarrollo de competencias pedagógicas para facilitar el trabajo colaborativo congruentes y habilidades digitales, así como el fortalecimiento de las competencias sociales.
Insistió en que las nuevas circunstancias exigirán cambios profundos e inéditos en la forma en que se lleva a cabo el trabajo académico. Las instituciones de educación superior deben emprender procesos de rediseño en los que se involucren los estudiantes, los académicos, los representantes de la sociedad para aprovechar las lecciones aprendidas durante la crisis.
Se requiere del desarrollo de competencias pedagógicas para facilitar el trabajo colaborativo, habilidades digitales y el fortalecimiento de las competencias sociales, todo ello indispensable para la educación del siglo XXI.
