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‘Miss Perú’ alza la voz contra violencia hacia la mujer

IMPULSO/ Edición Web
Lima
“Mi nombre es Camila Canicoba, represento a Lima y mis medidas son: dos mil 202 casos de feminicidos reportados en los últimos nueve años en mi país”. En Perú, el concurso de belleza más esperado fue una tribuna de denuncia contra la violencia hacia la mujer.

El pasado domingo, cuando todos esperaban conocer las medidas de 90-60-90 que usualmente exigen estos certámenes, 23 finalistas dieron voz a miles de mujeres víctimas de acoso, abuso sexual, maltrato físico o feminicidios.

“El 81% de agresores a niñas menores son cercanos a la familia”, “una niña muere cada diez minutos producto de la explotación sexual”, “más del 70 por ciento de mujeres en Perú es víctima de acoso callejero”, fueron algunas de las cifras lanzadas por las participantes en lugar de sus medidas. Cada frase estremeció el Teatro Municipal de Lima.

“Creo que el hecho de que mires a tu representante regional, a la reina de tu departamento dar cifras abiertas y reales sobre lo que sucede en nuestro país es alarmante”, explicó el martes a la AFP la organizadora del concurso, Jessica Newton.

Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Organización de Estados Americanos (OEA), Perú es el segundo país de Sudamérica con más casos de violaciones, detrás de Bolivia.

“Desgraciadamente, hay muchas mujeres que no conocen y piensan que son casos aislados y se han dado cuenta que se tiene que hacer una reforma real en el país”, agregó Newton, Miss Perú 1987.

En lo que va del año, además, se han registrado 82 feminicidios y 156 tentativas, según dijo a su turno la finalista Karen Cueto.

Y nadie se salva. Newton confiesa que de las 150 participantes que comenzaron el concurso, cinco habían sufrido violencia, “incluso violación por un conocido o por un familiar”.

Seguidilla de casos

La reciente violación de una voluntaria durante la realización del censo nacional en Perú activó las alarmas. Un sector creó en redes sociales la etiqueta #Perúpaísdevioladores, a modo de condena, aunque otros lo rechazaron al tomarlo literalmente.

A ese hecho le antecedieron sonados casos: una mujer arrastrada en plena calle por su pareja, dos periodistas de televisión que confesaron haber sido víctimas de violencia por parte de sus parejas e inacabables noticias de mujeres golpeadas o acuchilladas, e incluso menores de edad violadas.

Ello llevó a reabrir en Perú el debate sobre la posibilidad de instaurar la pena de muerte para violadores.

Pero el debate sobre acoso y abuso sexual trasciende las fronteras peruanas: el caso del productor de Hollywood Harvey Weinstein, acusado públicamente de acoso -y hasta violación- por más de 80 mujeres, entre ellas actrices como Gwyneth Paltrow o Angelina Jolie, abrió la caja de Pandora.

En redes sociales, bajo la etiqueta #MeToo (#YoTambién), miles de mujeres de todo el mundo han contado sus propias experiencias de abuso.

“Más mujeres mueren”

El concurso Miss Perú no estuvo ajeno a la coyuntura. El jurado, que tenía entre sus integrantes a una bailarina que sufrió una golpiza por parte de su pareja, también dejó de lado las clásicas preguntas a las participantes.

“Todos los días vemos en las noticias que más mujeres mueren en manos de sus parejas o sus exparejas ¿Si tuvieras la oportunidad de cambiar las leyes, cuál sería la adecuada para el delito de feminicidio?”, fue una de las preguntas.

Andrea Moberg, representante de Loreto (oriente), aseguró que todos aquellos que violenten a una mujer deben recibir cadena perpetua, y exigió a la justicia mano dura.

Por su parte, Romina Lozano, representante de la provincia del Callao, aseguró que su plan “sería implementar una base de datos que contenga el nombre de cada agresor, no solo de feminicidio, sino de cada cosa que hizo a una mujer. (Para) de esta manera poder protegernos”. Ella fue quien finalmente se quedó con la corona.

El 25 de noviembre está programada en Perú una marcha en rechazo a la violencia contra la mujer. Tendrá a la cabeza a Miss Perú y las finalistas.

Para Newton, “la reina nacional debe ser la embajadora de las mujeres de a pie, de todas las mujeres que no tienen voz”.