IMPULSO/ Edición Web
Ciudad de México
Seguramente cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto, preguntó a los mexicanos y mexicanas sobre qué hubieran hecho (en su lugar), respecto al incremento del combustible en el país, nunca imaginó que miles de usuarios de las distintas redes sociales expresaran su desacuerdo y … también sus soluciones.
La misma pregunta ha sido la base para analizar qué hacer ante las medidas políticas y económicas que Donald Trump, ahora presidente de Estados Unidos, ha anunciado recientemente y que involucran desde la construcción de un muro fronterizo entre ambos países, la imposición arancelaria a sectores clave como el automotriz, hasta la salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
¿Qué podría hacer México para combatir estas medidas?
“Si México le pone un arancel del 20% al vino y a las bebidas espirituosas de Estados Unidos, creo que el más perjudicado sería EU”, aseguró Iván Franco, fundador y director de la consultora de inteligencia competitiva Triplethree International.
Según una columna periodística del economista Gabriel Quadri, México puede imponer severos aranceles a las importaciones del vecino del norte (entre 20 y 30%) en el caso de la abrogación del TLCAN, pues estados como Wisconsin, Utah y California sufrirían un colapso, ya que dependen de exportar lácteos, papas y otros productos a México.
La Organización Mundial del Comercio se encarga de regular las tarifas arancelarias de los miembros del TLCAN.
De acuerdo con un estudio de HSBC, México es el primer destino de las exportaciones de los estados de California, Arizona y Texas, y el segundo mercado para otros 20 estados de la Unión Americana.
Aproximadamente seis millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México y cada minuto se comercia cerca de un millón de dólares.
“Aunque imponer aranceles a productos que se importan y son claves en la producción de exportación sería contraproducente para México”, dijo Armando Soto, de Kaso y Asociados, analista del sector automotriz.
No solo el comercio mexicano se vería afectado si el gobierno de EU aplica un impuesto a los productos mexicanos, los estadounidenses tendrían que pagar un precio más alto por los artículos.
¿Qué ha hecho México anteriormente?
En 2009, el gobierno mexicano impuso arancel a 90 productos industriales y agrícolas procedentes de Estados Unidos por el incumplimiento del TLCAN, por impedir que el autotransporte de carga mexicano circulara en todo el territorio estadounidense.
Los aranceles, de entre 10 a 20%, se aplicaron a productos como vino tinto, teléfonos, champús, árboles de navidad, peras, chabacanos, cerezas, fresas, papas, almendras, jugos de fruta, salsa de soya, agua mineral, vajillas y lápices, entre otros.
“La cancelación de Programa Demostrativo evidencia que los EU y México no han logrado alcanzar una solución mutuamente satisfactoria a la controversia en material de transportes transfronterizo en los términos de los artículos 2018 y 2019 del TLCAN, y que el citado país continua sin dar cumplimiento a sus obligaciones internacionales conforme al TLCAN”, se lee en el decreto publicado por la Secretaría de Economía del 18 de marzo de 2009.
La medida surtió efecto en la economía estadounidense, por ejemplo la Asociación Internacional de Productos Lácteos (IDFA por sus siglas en inglés) dio a conocer que por la imposición arancelaria de México, tuvieron una caída del 60% en sus ventas en dos años.
Casos como ese, llevaron al entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo mexicano Felipe Calderón, a dar fin a la controversia, con un programa que permitirá el paso de los camiones entre ambas naciones, bajo ciertas condiciones. (Expansión)
