IMPULSO/ Alejandra Musi
Francia
Quedará para siempre la foto de los mexicanos en la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes. Sólo un evento de esta magnitud era capaz de reunir a los mejores talentos cinematográficos de México en un mismo lugar.
Desde temprano, Salma Hayek, Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Diego Luna, Gael García y Emmanuel Lubezki formaron parte de los invitados especiales que Cannes eligió para conmemorar su 70 aniversario. Fueron convocadas las 130 personalidades más selectas del mundo del cine que por alguna razón han formado parte de la historia del Festival.
Desde las Palmas de Oro vivas -Laurent Cantet (2008), Cristian Mungiu (2007), Jerry Schatzberg (1973), Claude Lelouch (1966), Michael Haneke (2009 y 2012), Jane Campion (1993), Ken Loach (2006 y 2016), Nanni Moretti (2001), Costa Gavras (1993), Bille August (1988 y 1992), Mohammed Lakdar-Hamina (1975), Agnès Varda (Palma de Honor 2015) y Jean-Pierre Leaud (Palma de Honor 2016)- hasta personalidades como Catherine Deneuve, Nicole Kidman, Claudia Cardinale, Oliver Stone, Benicio Del Toro, Juliette Binoche, Adrian Brody, Antonio Banderas, entre muchas otras estrellas internacionales.
Todo empezó en la mañana con una sesión de fotos cuya logística fue impresionante, se logró reunir a 114 de estos selectos invitados y la ocasión se convirtió en toda una fiesta. La foto que quedó para el recuerdo está plagada de anécdotas: Costa Gavras y sus calcetines rojos, Iñárritu haciéndose una selfie, Guillermo del Toro parece estar haciendo un saludo a la bandera, Benicio del Toro cruza los brazos, el siempre humanitario Ken Loach hace un guiño a los que se quedaron hasta atrás mientras que Kirsten Dunst y Agnés Varda charlan sin parar.
Tantas celebridades reunidas que había que frotarse los ojos para creer que lo que estaba sucediendo era verdad.
En su paso hacia la alfombra roja, cada uno de ellos saludó a los fans mexicanos que se agolpaban a una distancia de aproximadamente 10 metros de distancia por un perímetro de seguridad creado en el pasillo de espera.
Después, llegó el momento más esperado, “la foto de familia”, que quedará para siempre en la memoria de México con estos siete grandes del cine nacional unidos todos en la alfombra roja más importante del mundo, la que conduce al Gran Teatro Lumiére.
El paso por la alfombra roja fue un momento muy rápido pero emotivo, en el que sus seguidores pudieron aplaudirles en su paso. Como anécdota, Alfonso Cuarón llevaba en la mano una botella de mezcal que enseñó con orgullo y una gran sonrisa. Por su parte, Gael y Diego no se separaron y se veían disfrutando y riendo a carcajadas como los buenos “charolastras” que son.