IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
Su nombre no aparece en los créditos, pero el de su empresa, Fábrica de Cine, sí.
Gastón Pavlovich, quien ha sido responsable de las dos últimas cintas del director de cine Martin Scorsese, tiene un pie en el Oscar, al haber sido productor de la película Cartas de Van Gogh.
La película, hecha con más de 67 mil cuadros al óleo y que aborda la vida del pintor holandés, se encuentra en la misma categoría que las cintas Coco, la gran favorita de la noche y ganadora del Globo de Oro; Un jefe en pañales, Olé: el viaje de Ferdinand y The breadwinner.
“Estar ahí es un premio, los verdaderos creadores son Hugh (Welchman) y Dorota (Kobiela), todos coincidimos en eso y de ellos es el mérito, nosotros sólo apoyamos”, dice Gastón.
A sus 48 años, muchos mexicanos e incluso gente de la industria no lo conocerían de nombre. Estudió Economía en San Diego y Francia y posgrado en Filosofía teológica en Roma. De ahí saltó a Pemex en una subdirección.
Pero durante unas vacaciones de 2003 comenzó a desarrollar El estudiante, inspirada en la vida de su abuelo materno y ahí cambió su vida. El cine lo atrapó.
El filme, dirigido por Roberto Girault, se quedó cuatro meses en cartelera, contabilizó un millón de espectadores y en las iglesias los sacerdotes la recomendaban. Fenómeno de taquilla que aún hoy sigue vendiéndose. “Siempre he pensado que el cine es negocio y trato de llevarlo a cabo así”, señala.
Con su cerebro financiero logró que Silence, de Scorsese, redujera su presupuesto de 80 millones de dólares a poco más de 50 millones, concretando un proyecto que llevaba casi tres décadas parado por su costo. El agente de Scorsese le había advertido que si entraba al proyecto y ayudaba, indudablemente su carrera iría hacia adelante, pero si lo dejaba a la mitad una vez aceptado, otra cosa sería su futuro.
Antes, Pavlovich había logrado entrar a El holograma del rey, protagonizada por Tom Hanks, y formado parte de la última película de Jerry Lewis, Max Rose, estrenada el año pasado.
“Yo no quiero estar en fiestas, sino que a las películas les vaya bien”, dice este hombre, al que difícilmente se le ve en eventos.