IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Josimar Altamirano Márquez se preparó visualmente para Hollywood desde que era niño. Su abuela, Genoveva Medina, fue fundadora de Las Chinas Oaxaqueñas, grupo de danza regional de esa entidad y quien diseñaba las coloridas faldas.
Después la tradición recayó en su mamá y él mismo ejecutaba manualidades que le requerían paciencia.
Ahora Josimar, de 31 años, es especialista de efectos visuales, aquellos que son hechos enteramente por computadora para una historia.
Si en “Ant Man and the Wasp”, aún en cartelera comercial, hizo los dobles digitales de los personajes diminutos mientras pelean en la escena final; en “Cazafantasmas” iluminó al gran monstruo y un auto que carga, y en “Aniquilación”, esta última de Netflix, con Natalie Portman, realizó extensión de set y árboles de cristales.
Son trabajos que apenas duran segundos en pantalla, pero tardan semanas en hacerse.
“Desde chiquito vi a mi abuela hacer faldas, no sé si es hereditario, pero me fijaba en el tipo de detalles que realizaban y yo hacía lo mismo; luego vi “Toy story” cuando tenía nueve años y quedé impresionado”, recuerda vía telefónica desde Canadá, donde radica el creativo.
Josimar estudió en la Universidad de Puebla y luego tomó una oportunidad en el Vancouver Film School en efectos visuales 3D, saltando de ahí a diversas compañías, hasta que se abrió una ventana para la llamada Meca del Cine.
“Sully: hazaña en el Hudson”, con Tom Hanks, acerca del avión que aterrizó de emergencia en el citado río en 2009, fue de sus primeros trabajos en la industria, siendo parte del equipo que creó el agua agitada.
“Todo en realidad se hizo en una playa en un día caluroso, pero como en la realidad ellos aterrizaron en febrero (clima frío), hubo que cambiar el agua, la iluminación, para que se viera de ese tiempo; también se hicieron los paracaídas flotando”, dice.
Alejado de los reflectores públicos, a Josimar no le importa que la gente desconozca el trabajo existente detrás de una escena. Lo fundamental es, precisamente, que no se dé cuenta de lo digital.
“Si logramos eso, hemos cumplido nuestro trabajo”, considera.
Y en la misma situación conoce a un puñado de mexicanos que paulatinamente está llegando a su área de trabajo y que pronto, señala, se sabrá de ellos.
“Pacific Rim: Insurrección”, creando fuego interactivo y “La momia”, en la cual hay dobles digitales, integran la filmografía del oaxaqueño, ahora en espera de nuevo proyecto.
“Yo sólo digo que soy afortunado, es el sueño de cualquiera hacer cine, conozco varias personas que llevan 20 años y no pueden dar el salto; desde afuera parece he tenido una carrera rápida, llevo tres años, pero ha costado”, ríe.
Josimar es, junto con Charlie Iturriaga (“House of cards”) y Jaime Jasso (“Star wars”), la cara visible nacional del VFX en Hollywood.