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Estados Unidos
El acuerdo sin precedentes logrado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), considerado uno de los más importantes en la historia a nivel global, crea un mercado de bienes y servicios de 800 millones de consumidores y engloba casi una cuarta parte del producto interior bruto mundial.
Culmina una negociación de más de dos décadas
La UE y el Mercosur -integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, con Bolivia en estado de adhesión y Venezuela suspendida del bloque desde 2016- firmaron en 1995 un convenio marco interregional de cooperación para alcanzar un acuerdo de tipo estratégico entre las dos regiones.
Sin embargo, aunque ese convenio entró en vigor en 1999, formalmente las negociaciones se iniciaron en Buenos Aires en abril del año siguiente y estuvieron estancadas varios años, hasta que en 2016 comenzaron a destrabarse y a dar más progresos que en toda la década anterior, según coincidieron autoridades de ambos bloques.
A principios de este mes, en una visita a Buenos Aires, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su homólogo argentino, Mauricio Macri, líderes de las mayores potencias de Sudamérica y grandes impulsores del acuerdo, hablaban ya de la inminencia con la que creían que se iban a concretar el pacto entre los 28 países de la UE y los cuatro del Mercosur.
El momento definitivo se ha dado en la última de las rondas de negociaciones técnicas en Bruselas, ciudad donde hoy se dio la esperada noticia.
Alcance del pacto
El Acuerdo de Asociación Estratégica entre ambos bloques, separados por más de 10,000 kilómetros de distancia, establece un vínculo político, cultural y económico estratégico y permanente, con una especial mirada al sector comercial
El pacto logrado abre al Mercosur -proceso de integración regional fundado en 1991- la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos con la UE, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente.
Acceso a un mercado estratégico
Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, que abarcan aproximadamente el 72 por ciento del territorio de Sudamérica (12.8 millones de kilómetros cuadrados, equivalentes a tres veces el área de la UE), y el 70 por ciento de la población suramericana (275 millones de habitantes), abren sus puertas a un mercado, el europeo, de más de 500 millones de habitantes, que engloba más del 20 por ciento del producto interior bruto mundial.
Libre comercio
El acuerdo genera “calidad institucional, reglas claras, transparencia y previsibilidad“, según expresó Argentina -que ejerce la presidencia semestral del Mercosur-, y supone eliminar los aranceles para el 93 por ciento de las exportaciones del bloque suramericano y otorgar un trato preferencial para casi todo el 7 por ciento restante.
Respecto a los bienes industriales, la UE liberaliza cerca del 100 por ciento de su comercio, mientras que el Mercosur lo hace en un 90 por ciento, y en cuanto al sector agroindustrial, el grupo europeo liberaliza el 99 por ciento de las importaciones agrícolas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Además, el acuerdo contempla beneficios específicos para las pequeñas y medianas empresas que impulsan su presencia en el comercio entre las dos regiones y el resto del mundo y se fomenta la puesta en marcha de protocolos sanitarios, fitosanitarios y normas técnicas y procedimientos de certificación de los productos.
En cuanto a la transparencia regulatoria, se establecen disposiciones para la reducción de inspecciones físicas y la simplificación de procedimientos aduaneros.
Servicios e inversiones
Mejores condiciones de acceso a bienes, servicios e inversiones, mediante la reducción o eliminación de restricciones y la simplificación de procedimientos en las operaciones comerciales también integran el convenio.
Los prestadores de servicios de la UE y del Mercosur podrán acceder a los mercados de ese sector en las mismas condiciones que los nacionales.
La Unión Europea es el primer importador mundial de servicios por valores que superan los 700,000 millones de euros (795,915 millones de dólares) anuales.
Plazos para implementar el acuerdo
Para que entre en vigor el pacto, ya alcanzado el acuerdo político este viernes en Bruselas, los siguientes pasos son la revisión legal del texto, la firma oficial y el debate y respectiva aprobación del pliego en el Congreso de cada uno de los países.
Una vez culminado este proceso, y en lo que respecta al ámbito comercial, el acuerdo no implica una “apertura inmediata” de las barreras arancelarias.
El 60 por ciento de la oferta del Mercosur se desgravará en un plazo de 10 años o más.
El bloque presidido por Argentina reconoce como una “concesión sin precedentes de la UE” que el acuerdo haya conseguido “plazos extensos para la entrada en vigor de las mejoras arancelarias”.
Por su parte, la desgravación arancelaria de la UE será en plazos menores, aunque más del 85 por ciento de las importaciones provenientes del Mercosur tendrán una eliminación de aranceles inmediata.
Críticas
En los últimos tiempos, no han sido pocas las críticas lanzadas en los países del Mercosur, principalmente desde algunos de los partidos de la oposición. Por ejemplo, en Argentina, tras conocer la noticia del acuerdo, el kirchnerismo, de fuerte calado proteccionista, ya habla de “tragedia”, en palabras del exministro de Economía Axel Kicillof.
(Con información de EFE)